A pocos días de independizarme, por fin y vivir sola en mi
depa, me estoy replanteando algunas cosas básicas. ¿Quiero vivir sola? Sí,
claro que quiero. Quiero tener mi propio espacio, organizar mis días a mi ritmo
y dedicarme a lo que más me gusta: escribir, sin pretextos.
No tengo pareja, pero me doy cuenta que últimamente estoy
rodeada de hombres. De un lado están mis médicos: importantísimos, y mi padre: insustituible. De otro, como nueva
propietaria de mi depa, últimamente tengo muchas citas con una corte conformada
por mi carpintero, mi albañil, el
tapicero, el cerrajero, el persianero
(si así se le dice), el chico de Movistar tv, el colocador del rack, el
que trae el gas… en fin. Me doy cuenta que el mundo está lleno de hombres, no
hay mujeres que te den esos servicios…
Ayer me puse a pensar en la suerte que tengo de ser una mujer
sola- me refiero a estar sin pareja- porque entonces no dependo de lo que “él” me
diga o me sugiera. Yo averiguo pago y exijo. Si no queda bien reclamo y todo en
paz… Nadie se ofende, no tengo que rogar “amorcito, cuando ponemos esto…” y voy
avanzando.
Pero –pienso también-, sin tuviera a un hombre a mi lado yo
no pagaría sola las cuentas… Todo tiene sus pros y sus contras.
Hace unos meses mi auto se descompuso en la Av. La Marina
como a las 7 pm. Con toda la confianza del mundo llamé al servicio del Touring
para que me rescataran y por supuesto, llegó “el hombre del Touring” a rescatarme
en menos de 20 minutos. Lo primero que me dijo “¡Qué raro, señora! Usted no ha llamado a su esposo”. En ese
momento me percaté que tal vez soy un bicho
raro, la única mujer que espera al mecánico en su auto cuando está oscureciendo…
No, no puedo ser tan rara, me rectifiqué: tal vez este me quiere sacar plan por
eso me pregunta por mi esposo para indagar. Como me enseñaron que no se habla
con desconocidos nuestra conversación no llegó a más, pero me quedé pensando en
su comentario:
¿Qué es más importante? ¿Tener un esposo a quien llamar para
que se encargue del auto o tener la certeza que puedes llamar al hombre del Touring
y que va a resolver tus problemas al instante…?
Gracias, Señor, por
los hombres que nos apoyan en la vida sin ningún juramento de por medio. Me
refiero no solo los hombres exitosos como mis médicos. Me refiero a aquellos
hombres que no elegiríamos de pareja pero que trabajan para una, esos hombres
que saben su oficio y resuelven, cuyos teléfonos no queremos perder por nada
del mundo. Bendícelos para que nunca les
falte chamba.