¿Qué hace a un año un año bueno? ¿Qué te haya ido bien? ¿Qué
haya sido un año de oportunidades y que las hayas aprovechado? ¿O, tal vez, que
hayas enfrentado una tremenda enfermedad y la hayas vencido?
Este ha sido un buen año para mí. Ha sido un año duro, un
año exigente, pero los resultados han valido la pena.
He estado en tratamiento durante cinco meses, he estado con
descanso médico durante nueve meses y he tomado vacaciones ya sintiéndome sana
y recuperada, durante casi un mes. Luego han venido las fiestas y las he
disfrutado.
Este año he aprendido mucho, me he enfrentado a mí misma, a
mis miedos, a mi sufrimiento corporal y ahora estoy en busca de una nueva forma
de vida más saludable.
Espero que el próximo año haya espacio en mi vida para otras
metas, otras experiencias. Empiezo el 2014 sana, totalmente recuperada en cuanto
a mi vitalidad y mi estado anímico. Voy a recibir el año con mi familia y de
ahí me iré a una fiesta a reunirme con amigos alegres, con amigos que me han acompañado
en este proceso con su cariño y sus oraciones, probablemente. Espero bailar, no
importa si sola o en grupo (mejor si hay hombres bailarines). Espero regresar a
casa cansada, agotada, con ese dolor de pies que te recuerda lo bien que la has
pasado.
Mañana, será otro año, un nuevo periodo para ser feliz.
Gracias, Señor, por
esta nueva oportunidad de alcanzar mis metas y mis sueños. Gracias, por los
milagros que has obrado en mí y en mis compañeros de quimioterapia. Bendice a mi familia, a mis amigos y a
quienes han hecho posible que recobre mi salud y seguirán vigilantes durante el
nuevo año.