martes, 31 de diciembre de 2013

Un buen año más…

¿Qué hace a un año un año bueno? ¿Qué te haya ido bien? ¿Qué haya sido un año de oportunidades y que las hayas aprovechado? ¿O, tal vez, que hayas enfrentado una tremenda enfermedad y la hayas vencido?

Este ha sido un buen año para mí. Ha sido un año duro, un año exigente, pero los resultados han valido la pena.

He estado en tratamiento durante cinco meses, he estado con descanso médico durante nueve meses y he tomado vacaciones ya sintiéndome sana y recuperada, durante casi un mes. Luego han venido las fiestas y las he disfrutado.

Este año he aprendido mucho, me he enfrentado a mí misma, a mis miedos, a mi sufrimiento corporal y ahora estoy en busca de una nueva forma de vida más saludable.

Espero que el próximo año haya espacio en mi vida para otras metas, otras experiencias. Empiezo el 2014 sana, totalmente recuperada en cuanto a mi vitalidad y mi estado anímico. Voy a recibir el año con mi familia y de ahí me iré a una fiesta a reunirme con amigos alegres, con amigos que me han acompañado en este proceso con su cariño y sus oraciones, probablemente. Espero bailar, no importa si sola o en grupo (mejor si hay hombres bailarines). Espero regresar a casa cansada, agotada, con ese dolor de pies que te recuerda lo bien que la has pasado.

Mañana, será otro año, un nuevo periodo para ser feliz.



Gracias, Señor, por esta nueva oportunidad de alcanzar mis metas y mis sueños. Gracias, por los milagros que has obrado en mí y en mis compañeros de quimioterapia.  Bendice a mi familia, a mis amigos y a quienes han hecho posible que recobre mi salud y seguirán vigilantes durante el nuevo año.

martes, 5 de noviembre de 2013

PATATÚS!!!

Hace casi dos meses que volví a trabajar, luego de ocho meses de descanso médico y ya necesito vacaciones.

Ha sido muy iluso de mi parte pensar que voy a volver a ser la misma, ilusos también mi médico y mis compañeros de trabajo. Contra todo mi espíritu luchador y optimista me tengo que conformar y aceptar que NO soy la misma de antes- al menos por ahora y entiéndase ahora como un prolongado presente-.

Mi hígado ha quedado muy sensible y al menor contratiempo me da un PATATÚS. Si como algo grasoso como un pan con mantequilla me da PATATÚS. Si voy a tener un día tenso amanezco con todos los síntomas del PATATÚS.

Mi estómago se pone rígido, literalmente como tener el estómago hecho un nudo, me da dolor de cabeza, no siento que respire lo suficiente y me pongo lenta, muy lenta.

Hoy amanecí con esa sensación horrible, quise ganarle y me sobrepuse, pero a media mañana estaba a punto de vomitar, con esa sensación de que el estómago te da vueltas. Lo único que quería era tirarme a mi cama pero no podía.

En cuanto me convencí que no podría ir al trabajo, tuve que prepararme una sopa de dieta porque a pesar de todo yo siempre tengo apetito. Yo pienso que al comer se disuelve la bilis y uno mejora, así que tuve que hacer guardia hasta que estuvo listo mi almuerzo y recién después pude pegarme una siesta.

Al despertar seguía con el malestar, aun así tuve que hacer una gestión cerca a mi casa, pero tuve que renunciar a asistir a una celebración importante en mi trabajo. ¡No me daba el cuerpo!!

Cómo habré estado de aturdida que me olvidé de ir a pagar mis tarjetas de crédito que vencían hoy… ni modo. Cuando me di cuenta ya no lo podía hacer ni por internet.

Pienso en la razón del PATATÚS: ¿Mucho estrés?, ¿Mucho cansancio?, ¿Algo que comí?, ¿Algún colerón?, ¿Miedo a reencontrarme con la gente?? ¿O será que ya faltan solo 10 días para mi próximo control médico…? ¡No había pensado en eso…!

Estos ataques de pánico me hacen recordar al año 1997, luego de que me hicieran radioterapia por mi segundo episodio de cáncer. Fue la época más horrible de mi vida, me moría de miedo de morirme  y, por las noches, acostumbraba a imaginarme lo que sería la muerte, hasta que me convencí que la muerte sería algo agradable.

Realmente necesito tomarme un tiempo para poner mis ideas en orden y seguir mi recuperación aun no estoy lista para afrontar el estrés propio del trabajo, al menos no en las condiciones actuales. Estos últimos días varias personas me han recordado que no debo estresarme, y eso me estresa porque tengo muchas cosas que hacer contra el reloj. ¡Estoy atrapada en un estresante círculo vicioso!



Gracias, Señor por las vacaciones que aún me quedan porque no tomé a causa de la enfermedad. Ahora puedo aprovecharlas y recuperarme. Tú sabes que las necesito. 

miércoles, 16 de octubre de 2013

Todo por un auto nuevo

Mi fiel carrito Daihatsu que me ha acompañado por largos ocho años, se transformó en un tanque o un buque a consecuencia de los efectos de la quimioterapia en mis músculos. De solo sacar el auto de la cochera me quedaba extenuada. Ni hablar lo que significaba manejar 40 minutos para ir a mi trabajo.

Felizmente, encontré un auto automático y con timón hidráulico que venía con muchas garantías, casi nuevo ¡Y qué diferencia!! Ahora ya no manejo, ahora me paseo por las calles de Lima, por más congestionado que esté el tránsito.

Pienso en lo afortunada que soy de haber encontrado un auto a mi alcance, que me ha devuelto la posibilidad de movilizarme sin que me duela nada cuando bajo del auto…

Calles de Lima, ahí voy. Paseos al campo,  ahí voy. Veranito en la playa, ahí voy!!!! Ya me veo por las pistas al volante de mi nuevo Aveo escuchando mi música favorita. ¡Esto sí es vida!!!


Señor, gracias por la posibilidad de renovar mi auto, gracias por ponerme este auto sanador en mi camino. Bendice a quien me lo vendió y a quien me compró el mío. ¡Estoy feliz!!

jueves, 12 de septiembre de 2013

De vuelta al trabajo y a las sorpresas de la vida

Ayer fue un día muy especial. Mi primer día de trabajo (o retorno al trabajo) luego de casi 9 meses entre vacaciones y  el descanso médico. La jornada tuvo sus altibajos porque mi oficina ha sido asignada a otra persona y mis cosas han sido embaladas  ¡oh, sorpresa!! Parece que no me esperaban tan pronto.

Recibir el cariño de mis compañeros, especialmente del vigilante y el encargado de la limpieza, me hicieron sentir muy querida. Estuve un par de horas, tuve que ir a relaciones laborales a  ver el tema de mi subsidio porque el seguro social me vuelve a rechazar mis documentos. Ahora quieren un nuevo informe médico y un reporte de gastos. Ya se los estoy consiguiendo pero además le voy a mandar mi foto sin pelo al médico auditor para que no le queden dudas de que el tratamiento fue cierto.

Por la mañana cuando abrí mi correo leí un mensaje de Gabriela, una compañera de prom de la quimioterapia. Me escribía a mí y a dos chicas más contándonos que esa tarde la operaban y que rezáramos para que todo saliera bien (chamba para el Divino Niño), saliendo del trabajo fui al centro oncológico para solicitar el informe y demás y me encontré con otra compañera de prom, Melissa, ella ya superó un cáncer de seno y ahora está luchando contra una metástasis al hígado.

Yo que iba por un ratito  me quedé conversando largo rato apoyándola y discutiendo acerca de nuestra situación con el seguro. Las dos tenemos EPS, este seguro paralelo a la seguridad social, solo nos cubre mientras sigamos trabajando. Si dejamos de trabajar qué pasa con nuestra cobertura, qué seguro nos va  a recibir con esta pre-existencia?? Estamos jodidas!! Decidimos que era un tema para plantearle a la congresista Cecilia Tait, que ya se curó de un cáncer y que debería entendernos.

Melissa está curada a un 90%, gracias a la quimio y a la dieta que le ha dado Sasha Barrios, con jugos verdes (extractos) y una serie de indicaciones específicas de alimentación. Me ha dicho que en Wong venden unos germinados de brocoli que son ¡lo máximo! Tendré que conseguirlos.

Por nuestra larga conversación  me enteré que Robertito, un pata que luchó duro contra el cáncer de cólon ha muerto. Yo recuerdo que hace un par de meses me topé con él y me dijo que le habían encontrado un nuevo tumor. Estaba muy decidido a enfrentarlo. No pensé que se fuera tan pronto. Descansa en paz, querido amigo.

Al salir me crucé con Lizardo, otro pata que ha vencido a la leucemia y está en espera de un trasplante de médula. Me hubiera gustado saludarlo pero él no me vio.

Me pongo a pensar en cuántas personas geniales están en la lucha, algunas lo logran  otras no.

Pienso en mi misión, por qué Dios permite que yo siga adelante. Si yo he pasado por todo esto y tengo fuerzas para pelear, pelearé por nuestros derechos, creo que esa es una de tarea que requiere atención urgente.

Gracias, Señor, por esta nueva oportunidad de vida, sé que cada día es un regalo y no quiero desperdiciarlo. Gracias por permitirme conocer lindas personas, luchadoras y decididas. Te pido muchas bendiciones para ellos.





viernes, 23 de agosto de 2013

Las mejores noticias!!!!

Gracias a Dios y a las buenas vibras de mis amig@s y familiares, mi PETSCAN dice que no tengo nada oculto por ahí… En otras palabras no hay actividad de cáncer en mi cuerpo (cerebro, pulmón, abdomen, pelvis, etc.) Es decir el tratamiento ha dado resultado al 100%.

Ahora solo me queda recuperarme del gran susto que he tenido estos días previos a la consulta.


Gracias, Señor, bendice a mi oncólogo, a mi doctora bioenergética, a mi doctor en medicina china y a todos los ángeles que han colaborado con mi restablecimiento.



jueves, 22 de agosto de 2013

Stand-by

Hace más de un mes que no escribo, debería decir hace más de un mes que estoy esquivando la realidad. Estoy abrumada con mis pensamientos y mis temores. No quiero pensar, no quiero hablar,  que nadie me pregunte nada…

La espera de casi dos meses para enfrentarme a mis nuevos resultados ha sido dura pero por fin terminará mañana.

Mañana tengo cita con mi oncólogo, la cita de los 3 meses… ahora con un petscan que va a mostrar si hay actividad tumoral o no en mi cuerpo.

No quiero saber!! No quisiera saber nada!! Pero debo ir a mi cita. Tal vez todos estos temores son infundados pero no puedo dejar de considerar que los resultados pueden ser diferentes a lo que yo quiero oír.

A partir de mañana me esperan muchas decisiones que he postergado porque no estoy segura de nada.

Me doy cuenta que he perdido la fe, la confianza o la esperanza.  No hay nada que yo pueda hacer para cambiar los resultados que ya están esperando que los recoja. Debería relajarme y aceptar la voluntad de Dios o el rumbo del destino.

En este momento quisiera escaparme a otra dimensión y empezar de nuevo en otra piel, si es que se pudiera. Qué lindo sería habitar otro cuerpo sin riesgos ni amenazas, pero no es mi caso.

Esta guerrera está escondida en la trinchera esperando el toque de diana para reaccionar por fin. Mientras tanto digamos que estoy en stand-by.



Gracias , Señor, por el valor que me vas a dar –estoy segura-  para afrontar las nuevas novedades de mi estado de salud. Gracias por la tecnología que permite ver cada rincón de mi organismo, pero valgan verdades… me muero de miedo.

martes, 16 de julio de 2013

¡Vamos progresando!!

Ya van a ser casi dos meses que terminé la quimio y empecé mi  régimen de nutrición.

El cuerpo es una maravilla, ya voy venciendo ese cansancio abrumador.

Al principio cuando salía a caminar por media hora, volvía a casa y tenía que dormir una siesta de 2 ó 3 horas para recuperarme porque había quedado extenuada. Ahora, he aprendido un truco. Antes de salir a caminar como una fruta dulce para tener energía y no desfallecer. Está dando resultado. La siesta que es obligatoria, todavía, se ha reducido a una hora u hora y media a lo mucho. Es decir ahora puedo hacer algo en la mañana y algo por la tarde.

En cuanto a la dieta para bajar los siete kilos extra, está dando resultado en medidas pero no en peso, si la hacemos caso a la balanza tendría que decir que he subido medio kilo. La nutricionista trató de darme mil razones para no traumarme por subir de peso en vez de bajar… Me dejé convencer con el argumento que señala que mi grasa se está transformando en músculo y eso es lo que pesa… quiero creer que es así.

La idea es eliminar la grasa como medida de precaución para evitar una recaída del cáncer. La nutricionista me ha prohibido tajantemente las gaseosas (yo estuve tomando gaseosa durante la quimio porque me daba energía), me ha permitido comer un poquito de chocolate con tal que deje la gaseosa y los azúcares. Ahora estoy endulzando con estevia. No más enlatados ni comida envasada, todo natural. Puedo comer un pan en la mañana y un carbohidrato en el almuerzo pero por la tarde ya no. Así que bienvenidas las ensaladas y las nuevas recetas que me han entregado.

Ahora ando metida en la cocina, empiezo temprano con el extracto verde y luego del desayuno, dejo todo listo para mi ensalada del día. Con cinco comidas al día, no hay forma de evitarlo. Yo misma he preparado el souflé de alcachofas y el ratatouille con zapallito italiano y berenjenas. Todo sea por comer sano y rico. 

No me quejo, lo disfruto. Pero esto es posible porque, gracias a Dios tengo tiempo libre para hacerlo. ¿Cómo haré después cuando vuelva al trabajo? Tendré que trabajar menos horas para mantener el ritmo.
Pero eso de volver al trabajo lo veo aun muy lejano…



Gracias, Señor, por la sensación de bienestar que acompaña a la recuperación. Tú me diste las fuerzas para superar el tratamiento, ahora me das la perseverancia para salir adelante con la dieta y el ejercicio.

domingo, 7 de julio de 2013

No estoy de vacaciones

Ya han pasado 40 días de mi última sesión de quimio y mi cuerpo ha empezado a recuperarse. Tomen nota, dije “empezado”, he iniciado un largo proceso de volver a ser la misma de antes.

Esta etapa es dura, porque una quiere hacer todo como si ya estuviera bien, es decir normal, pero  el cuerpo todavía no responde.

El lunes pasado, por la mañana hice mis 30 minutos diarios de caminata (recién empecé…), al medio día estaba languideciendo sin saber por qué, hasta que recordé que había hecho ejercicio. Por la tarde fui un rato al banco y me puse zapatos con taco. Por la tarde tenía un dolor de pantorrillas como si hubiera ido al gimnasio y hubiera hecho 2,000 ranitas. Mis músculos han perdido totalmente su tono y su flexibilidad. Hasta estar sentada en una silla me cuesta trabajo. De rato en rato tengo que recostarme, lo hago en un sillón porque recostarme en mi cama me parece demasiado.

Lo de la natación lo estoy postergando un poco porque realmente me asusta lanzarme al agua en mi estado físico actual. No sé si resista más de 10 minutos nadando ni  quiero imaginar el dolor de cuerpo que me puede ocasionar después.

Estoy evitando que la gente me vea, sobre todo la gente de mi trabajo porque empiezan a preguntarme ¿cuándo te reincorporas? Y yo me pongo de mal humor porque yo aún estoy con descanso médico, NO ESTOY DE VACACIONES.

Los entiendo, es fácil confundirse. Es cierto, yo misma me miro en el espejo y me veo bien, un poco más gordita, pero con la peluca y maquillada se me ve bien. Hace unos días me encontré con una amiga y me preguntó qué estaba haciendo porque mi piel estaba mejor que nunca. Llegamos a la conclusión que debe ser por el extracto verde, es decir por la clorofila que estoy tomando. Ella se quedó tan impresionada que me pidió la receta para empezar a tomar el extracto de perejil, acelga brócoli y zanahoria. Sin duda este extracto está haciendo efecto en mi nutrición. 

Después de haber estado cinco meses con diarreas continuas, ahora sí debo estar asimilando los nutrientes. Además del extracto estoy agregando germinados de alfalfa  y de espinaca a mis ensaladas, y además tomo dos veces al día las cápsulas de calcio, magnesio y zinc. ¡Me voy a poner como Popeye!!

Pero para ser la misma de antes, además de bajar los 7 kilos que he ganado, tengo que recuperar mi cabellera, mis cejas y mis pestañas. Mi cuero cabelludo está cubierto de una pelusa, pero no totalmente, hay partes desérticas y ya deberían estar cubiertas. Estoy aplicándome una loción capilar de Quina, que dicen es milagrosa. Espero que realmente lo sea.

Este tiempo de convalecencia, llamémoslo de “no vacaciones”, también me sirve para poner las ideas en orden. Mientras estaba en el tratamiento solo pensaba en qué día iba y si estaría bien para que me pongan la siguiente quimio. Ahora las preocupaciones son otras. Yo necesito recuperar mis fuerzas y luego irme de verdaderas vacaciones.



Gracias, Señor por la capacidad de recuperación del organismo que nos has dado, gracias por los extractos milagrosos y tu red de sanadores. Gracias también por el gran apoyo que recibo de mis médicos, mi familia y mis buenos amigos. Bendícelos a todos ellos.

lunes, 24 de junio de 2013

Chirriando los dientes

Se pasaron 30 días desde mi “graduación” y no he hecho nada en especial. Sigo tan convaleciente como antes. Yo había pensado recuperarme más, físicamente, pero no ha sido demasiada la mejoría.

Lo que sí he empezado un tratamiento  con unas gotas homeopáticas llamadas “drener”, que han servido para limpiar mi hígado y mis riñones. Luego he concentrado mis fuerzas en prepararme el extracto verde (acelga, perejil, brócoli y zanahoria) para tomar en ayunas cada mañana.

A pesar de que mi ánimo estaba bien, optimista como siempre, de rato en rato me sorprendía a mí misma chirriando mis dientes. Esta fue la primera señal de que andaba tensa. Como decía mi abuelita “la procesión va por dentro”. Y debe ser, porque la sorpresa de mi nerviosismo fue tal que me parecía que la que chirriaba los dientes era otra persona, no yo.

El viernes 21 me tocó el control, del primer mes luego del tratamiento. El doctor revisó mi análisis de sangre incluido el marcador Ca125 y las resonancias de abdomen y pelvis.  Esta vez yo no tuve tiempo de revisar los resultados de la resonancia. Supe por el doctor que todo está bien, que el tratamiento ha dado resultado, pero que como todo mi organismo está inflamado todavía, en un par de meses me van a sacar un PET SCAN para obtener un resultado más definitivo. Mientras no me hagan el PET SCAN yo aun no canto victoria (segunda señal).

Mis análisis de sangre han marcado 12.5 de hemoglobina y una gran recuperación de plaquetas  y de leucocitos, pero hay algunos índices que están fuera del rango normal. Entre ellos el colesterol, las transaminasas y la glucosa.  Al doctor todo le pareció aceptable excepto la glucosa y me ha mandado a repetir ese análisis en 10 días.

Respecto al peso, he aumento 7 kilos en estos  cinco meses, así que me han derivado a una nutricionista y me han recomendado que haga ejercicio. “Ahora sí ya puedes hacer ejercicio”, dijo mi doctor.

Así que estoy tentada de tomar clases de natación y caminar. Ambas actividades me ayudan a poner las ideas en orden (¡necesito  sicólogo urgente!!) y son muy beneficiosas para la salud.



Gracias, Señor, por las buenas noticias, que aunque yo me muera de miedo, son buenas noticias. Dame fuerzas para seguir adelante y aceptar que todo va bien.

sábado, 1 de junio de 2013

Recién graduada

El jueves pasado celebré mi “graduación”, es decir el fin de mi quimioterapia. Gracias al apoyo de mi hermana me animé a celebrarlo y realmente fue una buena idea.

Al terminar mi hidratación se reunieron en la sala de quimio todas las enfermeras y auxiliares, para brindar y compartir; hasta mi oncólogo llegó para la foto. Fue un momento emocionante porque, como dijo mi hermana, celebramos haber llegado a una meta: cumplir los seis ciclos de quimio. Algo que a mí me parecía muy difícil. También hablaron de la valentía que implicaba seguir el tratamiento y de mi alegría y buen ánimo en todo momento.

Estos discursos rompieron el hielo y al rato los ocho pacientes que estábamos en la sala estábamos charlando, compartiendo y riendo.

Cuando me despedí, me fui contenta de haber culminada esta etapa con éxito y  satisfecha porque los demás pacientes se quedaron más animados y motivados a seguir adelante. Una señora me dijo “eres la primera persona que conozco que ha terminado su tratamiento y está tan bien…” ese sí que fue un piropo.

La graduación es un acto simbólico, el proceso de la quimio sigue con sus efectos: la diarrea y el cansancio. Solo que como ya sé que es la última sesión, lo tomo con mayor naturalidad.

Ahora, empieza otra etapa. Debo concentrarme en recuperarme. Preocuparme un poco más por mi alimentación y hacer ejercicio. Poco a poco este primer mes hasta la cita del 21 de junio, en que me evaluarán con una resonancia magnética y análisis de sangre. Ese día confirmaremos que todo este esfuerzo ha valido la pena. De ahí en adelante ya será otra historia.




Señor, gracias por las celebraciones que nos levantan el ánimo y alientan el espíritu.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Mi sexta sesión de quimio


Dicen que la tercera es la vencida. Espero que así sea, esta es la tercera vez que recibo seis cursos de quimioterapia, como tratamiento. Pienso en lo fuerte que es mi cuerpo para soportar tanto químico y en mi propia fortaleza espiritual para seguir la terapia.

Sé que no estoy sola en esta prueba, tengo mucha gente a mí alrededor apoyándome. Desde buenos deseos, rezos hasta envío de energías en el plano astral, hasta la mano de Dios interviniendo a mí favor. Yo lo siento, es la única explicación para la buena respuesta de mi organismo ante el Docetaxel y la Gembcitabina.

Hoy he empezado mi sexto curso de quimio, mañana me pondrán suero y medicamentos para la hidratación, pasado mañana también. También recibiré cinco vacunas de Filgastrín para ayudar a mi médula a producir y reponer los leucocitos y el próximo miércoles, me administrarán el refuerzo de la quimio, una dosis adicional, seguida de un día más de hidratación. Ese día habré concluido mi tratamiento y, siguiendo la tradición de Oncocare (ahora Clínica Aliada contra el Cáncer) debo llevar bocaditos y una torta para celebrar mi graduación.

Yo no ando de muchos ánimos celebratorios en este momento pero creo que debo hacerlo porque celebrar ayuda, me ayuda a mí y a los demás pacientes (es decir, a la promo).

Mucha gente, entre ellos mi oncólogo, creen que la  gente que se aventura a seguir tratamientos alternativos como comer gorgojos por ejemplo, lo hace por desesperación. ¿Tú comerías gorgojos vivos? me preguntó en una oportunidad como diciendo estarías tan desesperada para hacer eso… Yo solo sonreí pero por dentro pensaba Estoy tan desesperada por curarme del cáncer que me voy a someter a una quimio por tercera vez en mi vida y solo porque me dicen que me ayudaría a evitar la aparición de cualquier nuevo nódulo.

Yo no he estado nunca en un caso muy grave (bueno la segunda vez que me pusieron radioterapia, tal vez sí) pero con las quimios siempre ha sido por precaución, para evitar… como me dicen ahora. El año pasado sí fue para desaparecer los pequeños nódulos peritoneales, pero parecía algo fácil de lograr. Pero a los seis meses aparecieron estos últimos dos.  A los que les han dado radio y ahora quimio. Ya están casi desaparecidos pero seguimos con el tratamiento para no arriesgar…

Yo podría haber dicho ¡Ya, no!. Hasta aquí nomás, pero soy una persona persistente. Si me he decidió por este tratamiento lo hago completo, aunque tenga que permanecer en cama descansando por falta de energías.

En mi opinión, estoy tan desesperada por curarme o más que aquel que opta por comer gorgojos vivos.  El doctor se olvida que la quimio también es una apuesta, aunque más científica debemos reconocerlo, pero totalmente dañina para mi organismo y que implica un enorme sacrificio.

Pero mientras haya vida, hay posibilidades de mejorar la calidad de vida. Apenas termine mi tratamiento empezaré a purificarme. Ahí sí cuidaré mi alimentación, tomaré mis extractos de fruta y vegetales y retomaré las hierbas chinas. Por ahora mis prioridades son estar fuerte y sana para culminar mi sexta sesión de quimioterapia.


Gracias Señor, por tu gran apoyo y el de tus ángeles aquí en la tierra. Bendice a mis médicos y a todo el equipo que interviene en mi tratamiento. Dale ánimo, fortaleza y esperanza a mis compañeros de promo para que pronto también ellos estén celebrando su fiesta de graduación.

martes, 14 de mayo de 2013

Del banco, la perra y la peluca


Ayer, avanzada la tarde, me doy cuenta que tengo que pagar mi tarjeta de crédito y ya no  lo puedo hacer vía online, así que me alisto para ir al banco que queda a tres cuadras y hacer el pago en el cajero automático.

Como estoy deportiva con buzo y zapatillas me animo a llevar a la perra conmigo. Aprovecho para que se pasee, pienso.

Enrumbo al banco, la perra camina obediente hasta que a unos pocos metros de mi objetivo se dispone a hacer sus necesidades. ¡Oh, no!!! Si mayores reparos deja un regalito enorme sobre la acera. 
Felizmente estaba preparada y tenía dos bolsas en mi cartera. Me agacho para recoger sus heces y me olvido que llevo puesta la peluca. Estoy en plena faena de recojo cuando la perra se suelta, me incorporo de un salto y me lanzo sobre la correa que se alejaba cada vez más de mi. En ese momento siento que con el impulso la peluca ha dado un brinco en mi cabeza y ha caído por donde ha querido.

Cuando logro levantarme el pelo me cae sobre la frente sin raya ni forma. Tengo las manos ocupadas con la correa de la perra y la bolsa con el recuerdito. Trato de mirarme en el vidrio de las ventanas del banco, no llego a distinguir nada.

Ya en el banco no me queda otra que dejar a la perra afuera, enganchada en la reja, entro con mi bolsa del delito y me acomodo la peluca ante la mirada asombrada del vigilante. De hecho que cumplo todos los requisitos del manual del sospechoso. ¡Con perra y con peluca!!! Hago mi trámite lo más rápido que puedo y recupero el peinado y la dignidad en cuanto vidrio encuentro en mi camino.

Regreso lo más rápido posible y ruego a todos los santos no encontrarme con nadie conocido… Voy pensando que a veces es mejor camina sola, que mal acompañada. Sobre todo en mi situación.


Gracias, Señor, por las anécdotas que le quitan solemnidad a la vida, que nos hacen reírnos de nosotros mismos. Sin ellas que aburrida sería la vida.

lunes, 13 de mayo de 2013

¡Golpeada, pero no vencida!!!


En esta segunda parte del tratamiento estoy sintiendo claramente los efectos del Docetaxel en mi organismo. Cada día me siento más cansada. Y casi no hago nada en el día. Me he vuelto muy reservada con mis energías.

Solo salgo si me recogen en auto. No tengo fuerzas para ir a la esquina y parar un taxi. ¡Eso cansa!!! De vez en cuando me aventuro a una caminata de 3 ó 4 cuadras, es decir dos de ida y dos de vuelta y con eso tengo más que suficiente.

Estoy convencida que el efecto es acumulativo. Si para mi cuarta quimio estaba en un 30% de mi capacidad, me equivoqué al suponer que así seguiría luego de la quinta. Ahora debo estar a un 20% de mi capacidad si no es menos.

Me da miedo pensar que con la sexta quimio ya no pueda levantarme de mi cama y tenga que quedarme en reposo, pero a veces siento que mi cuerpo ya no puede más.

Hay mañanas en las que quisiera quedarme en mi cama y no meterme a la ducha, pero yo misma me sobrepongo y me animo. Ayer celebramos el Día de la Madre y tuvimos una pequeña reunión en casa, un lonchecito… resultado: hoy no podía levantarme. Tomé desayuno y volví a recostarme. Recién al mediodía me metí a la ducha, fue un acto heroico.

No puedo quejarme porque nada me duele, no siento náuseas, no tengo gases, el estómago me funciona bien (salvo la diarrea de los días 4to. y 5to.), como de todo, incluso chocolate, pero las fuerzas me fallan.

A estas alturas del tratamiento no puedo imaginarme lo que sería de mí si no tuviera a mi papá y no me hubiera mudado con él. Todos los días doy gracias a Dios porque este hombre de 80 años está sano, fuerte y puede cuidarme. Él hace todo lo que yo no puedo hacer… y me engríe. Me compra mi cuy, o el vaso (de res) o me trae algún antojito para comer. También se preocupa de comprarme bebidas rehidratantes o gaseosas cuando me da la diarrea.  Él lleva la casa con todo lo que supone tener a una enferma en casa. Yo solo me concentro en recuperarme. Es un ángel, el mayor de todos los ángeles que ios ha puesto en mi camino.


Gracias, Señor, por el ánimo que no pierdo y por las fuerzas que aún me quedan. Gracias por mis ángeles. Bendícelos y protégelos de todo mal. Amén.

sábado, 4 de mayo de 2013

Sarna con gusto no pica - ¡Voy por una!!!


El miércoles 1 de mayo, mientras la mayoría celebraba el Día el Trabajo, yo iba rumbo a Aliada (Oncocare se ha convertido en Aliada contra el Cáncer), para recibir mi quinta quimioterapia.

El doctor C me preguntó cómo iba de mis energías, a cuánto de mi capacidad estaba. Al 30% le contesté. Entonces me dijo que aguantara un poco más que luego del tratamiento ya volvería a ser la misma Miski de antes.

Lo de las energías es algo difícil de determinar. La semana pasada era mi semana libre, por lo tanto yo me decidí a celebrar mi cumpleaños con un almuerzo familiar con parrilla el sábado 27. Cada día de la semana hice algo: una compra, ubicar los cubiertos, alistar los platos, en fin. Adelanté lo más que pude, conseguí ayuda y pasé un lindo día. Comí rico pero moderadamente. Lo que no  hice fue hacer mi siesta habitual después del almuerzo y no me recosté hasta las 7 de la noche, cuando terminamos de recoger todo.

Al día siguiente, domingo, no podía ni moverme. Me dolía la espalda como si me hubieran molido a golpes. No tenía fuerzas. Descansé, descansé y descansé.

El lunes fue otro día. Me levanté mejor, animada porque tenía cita con mi oncólogo. Como cada mañana me puse a jugar con nuestra perra. Perseguirla, lanzarle la pelota, perseguirla. Al agacharme a recoger la pelota sentí un mareo. Me levanté y noté que estaba agitada, tan agitada que el corazón se me salía por la boca. Entonces me recosté y descansé como media hora, pero mi corazón seguía latiendo fuerte.

Al llegar al consultorio, me tomaron la frecuencia cardíaca y mis latidos iban con una taquicardia tremenda porque todavía estaba agitada porque había subido la escalera al segundo piso en lugar de usar el ascensor.

El doctor C no se alarmó de mi incidente. Por el contrario me comentó que la fatiga es queja constante de todos los pacientes que reciben Docetaxel. En todo lugar lo que me han sugerido es que haga una caminata sin esforzarme mucho para mejorar mi estado atlético.

Es que he subido seis kilos en lo que va del tratamiento. Pienso que eso también afecta, es mayor esfuerzo para mi pequeño corazón.

Ayer fui a mi segunda sesión de hidratación y coincidió con la última sesión de quimio de Paty, una de mis compañeras de tratamiento, ella había llevado bocaditos, chicha y torta para celebrar. Ya se ha vuelto una tradición hacer una fiesta el día de la última quimio. Todos compartimos la alegría del momento y le deseamos lo mejor.

No importa si unos días después volvamos para recibir una hidratación o en la siguiente cita nos manden nuevamente a recibir más quimios. Lo importante es celebrar que hemos llegado a la meta. Que nuestra voluntad y nuestro cuerpo aguantaron y lo logramos. Esta amiga ha recibido quimio por la mama y por el pulmón que se vio comprometido, ahora la van a operar y más adelante… ya se  verá.

En estos días también me he encontrado con otro amigo que ya había terminado su quimio y ha vuelto porque le han detectado un pequeño nódulo en el hígado. Estoy rezando por él y me asombra su serenidad y determinación para vencer este nuevo obstáculo en el camino. Cuando me dio la noticia nos abrazamos y yo lo alenté  diciendo: No te preocupes el doctor C te lo desaparece en una, a lo que él me contestó: en una en dos o en tres, no importa.


Gracias, Señor por los ciclos que se abren y se cierran. Por esas pequeñas metas que vamos cumpliendo y nos hacen sentir que avanzamos. Gracias por el compañerismo, por el ánimo festivo, por el cariño que recibimos de los ángeles que nos pones a nuestro alrededor. Muchas gracias.

jueves, 18 de abril de 2013

¡Voy por dos!!!!

Ayer me pusieron el refuerzo de mi cuarta quimioterapia, hoy tendré la sesión de hidratación. ¡Ya sólo me quedan dos más!!!!

Debo reconocer que el doctor ha establecido una dosis óptima, porque los estragos son mínimos.

El mayor malestar de esta última quimio ha sido el reflujo. Felizmente me agregaron un medicamento extra a la hidratación y me recetaron Dislep para la casa cada 12 horas y con eso se contuvo.

Otra molestia que he sentido me la producen las vacunas de Filgrastín, básicamente sensación de fiebre y dolor de huesos que me obligan a tumbarme a descansar, pero se trata de un sacrificio de cinco días a cambio de que mis leucocitos suban y resistan los medicamentos  para poder recibir el refuerzo  que termina por tumbarlos pero en límites tolerables.

Realmente no tengo de qué quejarme, como bien, me doy gustitos cada vez que mi cuerpo me lo pide y le he perdido el miedo a la diarrea. Ahora sé que la diarrea me va a acompañar como o no coma, o dicho con mayor precisión, coma dieta o no. Siempre tengo a la mano una bebida con electrolitos y así voy  tolerando mejor ese cansancio tremendo que me puede llegar a producir.

Como me he sentido tan bien, estoy pensando cómo voy a pasar mi cumpleaños, tal vez me anime a hacer algo, tal vez un almuercito familiar, algo íntimo pero con alegría. Justo esa semana descanso de la quimio, así que tendré energías y buen apetito. El año pasado me pusieron mi última quimio justo para mi cumpleaños número 50 y aunque estaba feliz porque ya terminaba el tratamiento, tuve que dejar de celebrar como me hubiera gustado. Ya habrá ocasión más delante de celebrar a lo grande.

Por ahora ando ocupada penando en cambiar mi auto por uno automático porque manejar es realmente una tarea ardua. El timón me pesa, el freno y el embrague me cansan, mis reflejos andan lentos. De momento no manejo, me movilizo en taxi-remisse. Tengo un amigo que lleva, me trae, voy feliz en un auto nuevo con aire acondicionado y todo. Me siento como una reina, como la reina que soy…

También tengo la mente ocupada en escribir, en soñar y desarrollar proyectos que me puedan servir a futuro. En estos días tengo muchas ideas, quiero hacer muchas cosas como Miski Guerrera, quiero colaborar con mi granito de arena. Y además están los trámites laborales, presentar los documentos para el descanso médico y estar pendiente para que no me vaya a dejar sin mis haberes en el trabajo. El mes pasado no me pagaron algunos días y este mes me tienen que reintegrar.

Anoche, me fui a acostar muerta de cansancio. Me tendí en la cama, me relajé  y reconocí la sensación. ¡INSOMNIO!!! El cuerpo agotado y la mente despierta bullendo a mil por hora. Luché contra el insomnio con mis aceites relajantes (Oleo 32 de Just), ejercicios respiratorios, etc. pero fue en vano. A la 1.30 de la madrugada ya me encontraba explorando las redes sociales, revisé mis correos pendientes, organicé mis pendientes, hasta que ala 3.30 am ya estaba lista para dormir. La mente estaba ligeramente aletargada pero mi cuerpo ya no daba más.

Este insomnio no es producto de mis angustias personales, es efecto de la Dexametasona que me colocan. Es un Insomnio diferente. Es un estado de aceleración especial, tengo mucha mayor lucidez que la habitual. La Dexametasona es una droga que sirve para muchas cosas, pero yo siento claramente que estoy drogada. Voy a pedir que me revisen la dosis, no vaya a ser que me acostumbre al avivamiento de la Dexametasona que es mil veces más potente que el café (que no consumo hace años) o la coca-cola.

Ahora estoy pagando las consecuencias. El efecto ya pasó. Acabo de terminar el desayuno y tengo que volver a la camita porque se me cierran los ojos.

 

Señor, gracias por este tratamiento que tolero como si fuera el más benigno. Gracias por la fuerza y coraje que me das para ayudarme a mi misma y ayudar a los que me rodean. Bendice a todo el equipo de quimioterapia, a las enfermeras, las técnicas, la doctora que revisa nuestro caso cada día de tratamiento.  

 

 

martes, 9 de abril de 2013

¡Buenas Noticias!!

Me volvió el alma al cuerpo.

“Son buenas noticias”, me explicó el doctor C luego de revisar pacientemente las 14 láminas de mis resonancias magnéticas.

El primer nódulo el más antiguo no registra contraste, es decir, se trata de una cicatriz. De los dos nuevos que me detectaron en noviembre pasado, uno ha desaparecido y el otro registra una huellita que el doctor también interpreta como cicatriz.

Mi mente no reaccionaba escuchaba pero no entendía si decía que habían desaparecido o que habían crecido. Cuando dijo “son buenas noticias”, entonces, por fin salí del aturdimiento. “Por lo menos no hay nada nuevo”, balbuceé, demostrando el mayor de mis temores.

“Está todo bien pero vamos a continuar nuestro plan original”, agregó el doctor C. Me puse feliz de que me pusiera nuevamente la quimio. Me faltan tres sesiones más, es decir faltan 63 días para terminar el tratamiento. Yo solo pensaba en que en la siguiente resonancia magnética no aparezca ni la cicatriz. Si tengo que pasar tres quimios más, no me interesa. Si tengo que volver a las hierbas chinas o hacer una dieta baja en calorías, sin carne, sin dulces… estoy dispuesta a hacerlo.

En el fondo de mi corazón y mis pensamientos tortuosos, yo estaba aterrada de que la dieta  proteínica con tanto cuy, hígado, carne, leche, huevo, etc. hubiera alimentado las células cancerosas y me llevara alguna sorpresa.

Ayer salí a celebrar, me fui al cine y luego a darme un atracón de fajitas de pollo. Con gusto me habría tomado una Margarita Presidente, pero recordé –felizmente- que debo cuidar mi hígado para que aguante.

Hoy será un día agitado. Debo terminar todos los pendientes, comprar mis golosinas saludables, coordinar la movilidad para que me lleven y me traigan (felizmente es un amigo que ha puesto su servicio de taxi) preparar la dieta, ir al banco, conseguir billetes chicos para pagar a la señora que me pone las  vacunas, etc. Ahora sí, ¡ estoy feliz!!!


Señor, muchas  gracias, por las buenas noticias. Muchas gracias por este magnífico regalo que me das. Bendice al doctor C, al doctor M y a todo el equipo de médicos, enfermeras y auxiliares que están pendientes de mi mejoría. Bendice a mis amigos y a mi familia también.

domingo, 7 de abril de 2013

Mañana es el día…

Se preguntarán por qué no he escrito… He estado aturdida tratando de no pensar en los resultados que me entregarán mañana en mi control con el oncólogo. En momentos así los nervios te traicionan. Al menos a mi me da un hambre que podría comerme un caballo. He comido tanto que he estado al borde de la indigestión varias veces.

Tengo fe en que mañana todo saldrá bien y comprobaremos que la radioterapia dio resultado y ya no hay huella de los nódulos. Pero al mismo tiempo me da pánico de que me encuentren algo más. Yo no soy consciente del pánico pero sí reconozco sus señales.

No puedo poner en orden mis ideas, así que trato de distraerme con algo de jardinería, con mucha televisión y lectura de libros infantiles. No tolero historias tristes ni estresantes.

Mañana les contaré como fue y seguramente reconoceré que es un momento de debilidad y que no debo flaquear en mi fe. Pero yo me perdono, tengo derecho a este desliz… no soy un robot. Tengo temores, miedos, angustias pero por suerte también tengo amigos y amigas, familiares y muchos ángeles alrededor mío.

 Señor, dame valor, coraje y fortaleza para acudir a mi cita y no morir en el intento.

martes, 26 de marzo de 2013

Deshidratada pero con la moral en alto

Les venía diciendo que esta tercera quimio me estaba tratando mucho mejor.

Eso fue hasta el viernes porque el sábado me empezó la “limpia digestiva”, es decir mi cuerpo decide botar todo lo que tiene dentro a partir del cuarto día de la quimio. Al principio no era diarrea, por la tarde ya lo fue, pero lo toleré bastante bien.

El sábado tenía el quinceañero de la hija de una de mis mejores amigas, así que me preparé como es debido y fui. Me arriesgué a permanecer tres horas fuera de casa. Disfruté el inicio de la fiesta y sobreviví a mis problemas estomacales.
Pero el domingo el exceso me pasó la cuenta. Me levanté tarde, con el cuerpo adolorido, tremendamente adolorido y empecé el día urgida por las continuas idas al baño. De mi cama al baño, del baño a mi cama, del sillón al baño, del baño a mi cama, de mi cama al sillón, del sillón urgente al baño… y así sucesivamente.

Hoy desperté molida, con una sensación de sequedad en la lengua, paladar, campanita, esófago… Así que decidí ir al centro oncológico para que me pusieran una hidratación. Estuve dos horas conectadas al cloruro de sodio con electrolitos hasta que volví a sentir que mi cuerpo ya asimilaba el líquido elemento.
La lengua quedó blanca, a pesar de todo, pero me invadió una sensación de bienestar muy agradable.  Casi al terminar la sesión me di cuenta que me había olvidado de tomar Frutiflex, ese suero oral que te recetan cuando tienes diarrea. Las veces anteriores lo he tomado pero ahora se me pasó por completo.

Por la tarde me pusieron la última de las cinco vacunas de FIlgastrín, que son las que me provocan dolor de cuerpo. He seguido descansando, dormitando frente al televisor y me perdía mi programa favorito, pero ahora ya estoy mejor. Se me pasó el sueño y me he puesto a escribir.
Me acabo de comer un riquísimo y refrescante melocotón y ya me apresuro para meterme nuevamente a mi camita.

Mañana será otro día, espero pasarla bien y cuidar bien mis energías porque el miércoles me hacen el análisis de sangre y de acuerdo a los resultados me ponen el refuerzo de la tercera sesión de mi tercera quimio.
¡Vamos avanzando!!!!

Señor, Gracias por este sabio organismo que responde a los medicamentos, que se repone ante cualquier amenaza. Es una máquina milagrosa, que solo tú podías haber creado. Dame fuerzas para seguir adelante y mantener la moral en alto.

jueves, 21 de marzo de 2013

El tercer round de mi tercera quimioterapia


Ayer me pusieron el tercer curso de esta tercera quimioterapia que recibo en mi vida.

El lunes fui a una cita con mi doctora bioenergética. Irma Luz, así se llama, me aplicó un filtro para la Gemcitabina. Me dijo que me disminuirían los efectos del químico.

No puedo explicar cómo es que actúa este filtro. Es una gota del químico que está entre dos vidrios que llevan un marco y parece una lupa. La doctora me colocó varios sobre ciertas chacras.

Yo no sentí nada durante el procedimiento, pero por la tarde me sentía tan cansada como si me hubieran aplicado la quimio, al día siguiente también estuve muy cansada. Ayer que me pusieron la quimio estuve agotadísima, pero hoy la he pasado súper bien. Por la mañana recibí la hidratación (dos horas de suero y algunos medicamentos como el protector gástrico), luego me aplicaron la vacuna Filgastrin y la estoy pasando fresh. No me duele nada. ¡Es increíble!!!

Desde el año 1996 acudo a la consulta con esta doctora. Gracias a su apoyo he podido sobrevivir tantos años de esta lucha contra el cáncer. Al año de conocerla, y cuatro de haber tenido cáncer de ovario,  me diagnosticaron el cáncer de endometrio y ella me ayudo a enfrentar la histerectomía y la radioterapia que vino después. Luego me apoyó muchísimo con la depresión que me acompañó largo tiempo. Ella está convencida que mi peculiar historia familiar tiene que ver con algo del pasado con una herencia que nos llega por el lado materno, especialmente de mi abuela materna. Me ha sugerido que lea sobre psicogenealogía, una ciencia que se desarrollo en Francia y que ahora se conoce como las constelaciones familiares.

También está convencida que hay varios seres de luz que me protegen porque aun no he cumplido la misión que me toca en esta vida. Así que no estaba equivocada cuando dije que sentía que había una red de sanación alrededor mío.

La doctora me ayuda a un nivel holístico, mi cuerpo, mi mente, mi espíritu. Cuando finalice mi tratamiento voy a verla de nuevo, pero estoy segura que durante todo este tiempo ella me va a estar monitoriando, enviándome energía positiva y orando por mí.


Gracias, Señor, por los ángeles que pones en mi camino. Unos son científicos tradicionales, otros son alternativos, otros ni saben que son mis ángeles, pero ahí están colaborando con mi sanación. Dales larga vida y muchas bendiciones.

viernes, 15 de marzo de 2013

Gorgojos Milagrosos


Hoy llamé por teléfono a mi AFP para solicitar una cita para hacer un trámite pendiente. Esperé durante más de 15 minutos hasta que me contestó un representante. Le expliqué mi situación.

-Mire estoy en descanso médico porque me están haciendo quimioterapia y no puedo ir y hacer ninguna cola. Quisiera que me den una cita…

El joven me explicó que  no daban citas para el tipo de trámite que yo deseaba realizar, pero me aconsejó que acudiera el siguiente mes, ya que en ese momento habría menos cola.

De pronto me hizo una pregunta:

-Usted ha pensado solicitar invalidez…?
-No, mi pronóstico es bueno-le respondí
-Ha escuchado usted de la gorgojoterapia-me sorprendió mi interlocutor. Claro que había escuchado hablar de los gorgojos que se tragan vivos y que te curan del cáncer. Varias personas me habían comentado de este tratamiento alternativo pero nadie me había dicho dónde podía encontrar los gorgojos…
-Si, claro- respondí secamente.
-Disculpe que me haya atrevido a preguntarle esto, pero si usted quisiira yo podría proporcionarle los gorgojos, sin ningún costo para usted.
-Ah, Ok- balbucee ante la sorpresa.
-Usted me llama y yo se los llevo totalmente gratis. Los gorgojos se reproducen solos, ya va usted a ver… Yo he visto curarse a muchas personas, entre ellas una niña de siete años que tenía leucemia y ahora ya tiene 15 años…
-Sí, he sabido que son muy buenos…
-Tome nota de mi celular… Mi nombre es José...
-Gracias, José, si después de mi próximo chequeo considero que los necesito lo voy a llamar.
-Bueno, señora, como le decía si usted viene el próximo mes a hacer su trámite todo va a ser más fácil, no se apresure.
-Muchas gracias, gusto de conocerlo.

Todavía estaba aturdida por la gran sincronización que me había llevado a llamar a la AFP y que, entre todos los representantes, me tocara justo aquel que cultiva los gorgojos y que tiene como misión compartirlos con las personas que lo necesitan. Pensaba que, sin duda, este señor era un ángel para mí. Cuando sonó el teléfono.

-Señora Miski- me dijo José- me había olvidado de decirle que si usted me llama a mi celular y yo no le contesto porque estoy trabajando y nopuedocontestarle, por favor, deje el recado “soy la señora Miski, lléveme los gorgojos a tal dirección y yo se los llevo”.
-Gracias, José. Así quedamos.

Colgué y supe que José era un nuevo ángel que Dios me está poniendo en el camino. Se lo comenté a mi papá, quien cada día se asombra más de las coincidencias que se me presentan.

-Son parte de una red de sanación- le expliqué a mi papá- Es parte de una red de ángeles que nos acompañan aquí en la Tierra- me dije para mí misma.


Señor, gracias por la sincronización milagrosa, que no es otra cosa que el resultado de las oraciones, novenas, pensamientos positivos para mi curación. Dame fuerzas para aprovechar estas oportunidades y compartir estos datos con mis compañeros de quimioterapia y cualquier otra persona que lo necesite. Larga vida a José y a sus gorgojos sanadores.

jueves, 14 de marzo de 2013

Murió un luchador


Ha ce una semana, cuando me enteré de la muerte de Hugo Chávez, el presidente venezolano, sentí mucha pena. Nunca fui su simpatizante en política, pero en los últimos meses estuve preocupada por su estado de salud. Algo de empatía se desarrollo entre nosotros.

Cuando yo estaba en mi cama tratando de ahorrar fuerzas para sentarme en la computadora y enviar un e-mail de trabajo, imaginaba lo que sería para él dar órdenes para el gobierno de un país desde una cama y un catéter respiratorio que le impedía hablar.

Pensaba en lo que él podía sentir en lo que él querría decir, realmente.

La vida da muchas vueltas, la mayor de ellas es pasar de la fortaleza física, de ser un invencible a convertirte en un paciente que va viendo mermar sus fuerzas, por una operación, primero, por un tratamiento agresivo, después, por un pronóstico negativo luego y empezar nuevamente el ciclo.

No hay hombre de acero que no se ablande con los golpes de la vida. La palabra paciente está muy bien puesta. Seguro que los sabios griegos  la crearon, porque al enfrentar una enfermedad debemos desarrollar una cualidad: la paciencia. Paciencia para sanar o para vivir con la enfermedad hasta el fin de nuestros días.

Pensaba si Hugo Chávez pensó en política al final de su vida o si pensó en su vida personal, en su familia. No hay forma de saberlo, solo de intuirlo. Yo creo que debe de haber sufrido mucho si fue consciente de que iba perdiendo la batalla, si se vio disminuido como líder. No debe haber sido fácil.

Lo real es que ya está descansando, ya no sentirá más debilidad, no más dolor, no más conflictos internos. Llevó una vida plena a su manera y vivirá en el recuerdo de muchísima gente.


Señor, enséñanos a aceptar con humildes las limitaciones de esta enfermedad o las que nos acarrean los efectos del tratamiento. Danos fortaleza física y moral para no desfallecer y luchar con esperanza y fe. Da sabiduría y mucho amor a nuestros familiares y amigos que nos ayudan en este proceso. Cólmalos de bendiciones. 

Vuelve la calma


Rompo el silencio de dos semanas para decirles que todo va bien. Mi laptop enloqueció y no captaba internet.

He superado la segunda sesión de quimio con todo y su refuerzo. Esta vez me pusieron una dosis menor y como los riesgos estaban ya calculados, mi organismo no ha sufrido tanto como la primera. 
Después de mucho argumentar mi doctor logró que el seguro me aceptara las vacunas de Filgastrim y entonces mis leucocitos subieron y resistieron el batacazo de la Gemcitabina y el Doxatel.

Yo, por mi parte, me he dedicado a descansar y alimentarme bien. Esa es mi tarea.

Esta semana empezó con una sensación saludable. El lunes me sentí más fuerte, ya desintoxicada, aunque persistía la urgencia de ir al baño. El martes me saqué la muestra de sangre por la mañana y por la tarde me fui al cine- ¡por fin!!!-  Ayer miércoles fui al doctor, me confirmó que mi cuerpo ha respondido bien y que el próximo miércoles empezamos la tercera sesión de quimio con el mismo esquema. Ya estoy en la mitad del tratamiento ¡No lo puedo creer!!

La primera semana de abril me sacarán una nueva resonancia magnética de abdomen y pelvis para chequear cómo va todo.  La última fue en noviembre y mostraba los dos nódulos que originaron la radioterapia y este tratamiento complementario de quimioterapia. Empiezan las angustias…

Me quedan seis días con fuerzas antes de tercera quimio. Debo aprovecharlos al máximo. Quisiera bailar, quisiera pasear, ordenar mi clóset, encargarme una nueva peluca, recoger la que dejé en la peluquería. Debo ir al banco, hacer un trámite en la AFP, llevar mi auto al mecánico... Ya me toca la revisión técnica… Quisiera escribir, olvidarme de todo y escribir mucho, mucho, mucho. Pero el día tiene solo 24 horas, y entre el sueño nocturno, y la siesta me quedan unas 14 disponibles. De estas, paso unas 3 horas preparando mis alimentos y comiendo, restemos una hora de ducha por la mañana y varias incursiones al baño queme deben tomar como una hora más en total. Me quedan 9 horas. Si por cada hora productiva necesito dos horas de descanso, realmente mi día tiene unas 3 horas en las que puedo resolver cosas. El resto del tiempo se lo dedico al ocio reparador o descanso.


Gracias, Dios Mío, por gozar del privilegio del descanso médico. Puedo dedicarme a sanarme sin preocupaciones, sabiendo que a fin de mes cuento con mi sueldo. Gracias a todos los que lucharon por obtener ese derecho y a todos los que me apoyan para hacerlo realidad.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Ayer, Dios me habló


Hace muchos años hago la novena del Divino Niño y siempre me ha dado buenos resultados. Mi socio Alex, siempre está haciendo esta novena por los más diversos motivos. Hace unos días me hizo recordar que la hiciera y me dio un tip: “pide por ti y por lo que le esté pasando a alguien más. Esa es la clave”.

Se trata de una novena muy particular porque le rezas al niño Jesús Niño y no te pide que seas un santo, ni te dice: “oh, no tu eres un pecador a ti no te toca mi ayuda…”. Lo que sí te pide es hacer algunas tareas como difundir la devoción al Divino Niño o donar dinero a quien lo necesite.
Como no estoy en mi casa no tenía la novena a la mano así que solo recé una que otra oración al Divino Niño. Ayer, por la mañana, cuando le di la buena noticia de mis plaquetas a mi tía, me dijo el milagro es del Divino Niño, Mi Divino Niño no me falla!! En este momento estoy de rodillas agradeciéndole, agregó.

Por la tarde, me reuní con mi socio Alex y camino a casa pasamos por una gasolinera. Mientras cargábamos combustible le comenté la grandeza del milagro.

                -“Tu novena al Divino Niño ha dado resultado y le expliqué que las plaquetas habían pasado de 56,000 a 370,000 en solo 4 días”.
                -¿Y tú la rezaste?- indagó.
                - No, porque no encontré mi novena- le contesté.
                -Mira ahí tengo un sobre blanco y hay dos novenas que son para Alexandra (una amiga en común), coge una.

Estaba concentrada en la  gran casualidad de que tuviera con él dos novenas y que yo podía quedarme con una, así me evitaba el viaje a la iglesia de Miraflores donde las venden, cuando alguien se acercó por la ventana del piloto.

                -Hola, soy Axel, yo vivo por aquí y vendo estas imágenes para ayudarme…

Ambos volteamos a verlo y no podíamos creerlo, el  chico nos estaba ofreciendo una pequeña imagen de vidrio que se iluminaba de diferentes colores… ¡Justamente del Divino Niño!!!
Por supuesto que compré la imagen el Divino Niño, mientras escuchaba que el chico me decía que podía pedir una docena con un buen descuento y escribía su celular en la cajita.
Alex y yo nos miramos  atónitos.

                -Así se manifiesta el Divino Niño- me dijo- Ahora tienes que hacer la novena en serio por ti y por alguien más, no lo olvides.

Hoy temprano empecé la novena, por mí y por muchas otras intenciones, porque cuando uno busca, encuentra los más diversos motivos para pedir.


Gracias, Señor por los milagros. Por la oportunidad de rezarte de diversas formas, por los rezos en cadena que resultan muy poderosos. ¡Gracias, Divino Niño!



martes, 26 de febrero de 2013

Médula milagrosa

Acabo de regresar de mi control con el oncólogo. Superé todas las expectativas. De 56,000 mis plaquetas subieron a 370,000 en solo 4 días.

El doctor dice que el descanso me ha ayudado bastante, pero no hay que quitarle méritos a la sopa de cuy (con su quinua y sus garbanzos), al hígado frito, al vaso, a las lentejitas, el batido de plátano con miel de abeja, algarrobina y huevo, la quinua-avena para el desayuno y la noche… en fin.

Agradezco a todos los que han rezado por mía a los que han hecho la novena del Divino Niño o cualquier otra, a quienes me han alentado de una y otra forma para que resista y me recupere.
Hoy estoy feliz por esta buena noticia y porque ya puedo mirarme en el espejo sin asustarme. En cuestión de tres días se me cayó el 95% de mi cabello.

Primero parecía Gollum (el duende de El señor de los anillos, inmediatamente me puse un gorro a pesar del calor veraniego. Esta mañana parecía cocoliso porque todavía me quedaban unos cuantos rulos en el cerquillo, pero entre el análisis y la hora de mi cita con el oncólogo pasé por la peluquería.
 
Ahora estoy feliz, sin cabello pero con mi nueva peluca. He tenido que improvisar, pero ha quedado bastante bien. En estos días debo preocuparme por sacar mi colección de aretes y pañuelos para sentirme más femenina, más yo misma.

 Señor, gracias, muchas gracias por este milagro de vida, gracias por mi médula que responde a las dietas nutritivas y se repone con el descanso. Bendice a todos los ángeles que me cuidan y me hacen sentir tan querida. No los menciono pero tú sabes de quienes te hablo.

domingo, 24 de febrero de 2013

Un pelo en la almohada


Un pelo en la almohada, luego otro en la tina, un manojo entre las hebras del cepillo. Muchos más en el suelo, sobre la ropa. Donde quiera que vaya dejo mi rastro de cabello. Mi nuevo cabello más ensortijado y suave que nunca me está abandonando.

Hace unos días – justo el día 15 del tratamiento- me brotó un dolor generalizado en el cuello cabelludo, se sentía como si todos los folículos pilosos se hubieran abierto. Yo supe que era la señal. El peinado ya no arma.

No he tenido fuerzas de ir a la peluquería, no he podido encargar una nueva peluca. Solo he rescatado algunos pañuelos y mi turbante.

Ayer la caída fue más dramática, ya se nota espacios vacíos en diferentes partes de mi cabeza. Me sigue doliendo el cuero cabelludo. Está inflamado.

Me habían dicho que con esta medicina no se me caería tanto el cabello. Craso error. Esta vez parece que se me caerá todo  y en pocos días.

Me divierto haciendo montículos con mis rizos caídos. Me paso la mano por la cabeza y formo estas bolas de pelo que se van sin despedirse. No me da pena. No me preocupo por la belleza perdida. La belleza no me preocupa hace muchos días. Me preocupa mi salud.

Al contrario de Sansón, yo lanzaré un grito de guerra en cuanto me quede totalmente calva y me cargaré de fuerza para luchar.

Estoy empezando una nueva etapa, la de la visibilidad. “Sí tengo cáncer ¿y qué? Tal vez tú tengas pero no lo sabes”. Eso le diré mentalmente a la gente que me mire en las calles. Si no es para sonreírme  darme aliento, mejor que no me miren.

Me doy cuenta que estoy más furiosa que nunca. No creo que sea por la pérdida de mi cabello. Solo estoy furiosa. Quiero llorar.


Gracias, Señor, por las lágrimas que se llevan las tristezas, gracias por la furia que al final se transforma en serenidad. Gracias porque sigo viva y con fuerzas para luchar.

viernes, 22 de febrero de 2013

Amo mi médula espinal


Hoy  fui a mi cita con el oncólogo, no fue necesario que me hicieran ninguna transfusión. Mis plaquetas habían subido de 37,000 a 53,000. “Tu médula está respondiendo bien”, concluyó mi doctor y se dispuso a hacer los cálculos necesarios para mi nuevo esquema de quimioterapia.

El mínimo de plaquetas para seguir el tratamiento es entre 110,000 - 100,000, por lo que el próximo martes me sacaré un nuevo hemograma y conteo de plaquetas. Si todo va bien, el miércoles empiezo mi segunda quimio.

Estoy segura que me va a ir bien. Con la nueva dieta nutritiva y las ayudas extras que recibo de mis ángeles aquí en la Tierra, mi médula se va a reponer al máximo!!


Gracias, Señor por este cuerpo milagroso, por esta médula trabajadora. Gracias por todas las bendiciones que recibo a cada momento en este difícil momento de mi vida.

jueves, 21 de febrero de 2013

¡En cuarentena!


Yo que quería aprovechar esta semana para hacer varias cosas, reunirme con amigos y ordenar mi vida antes de la siguiente quimio; y me doy con que tengo que guardar cama.

Mis leucocitos subieron a 7,500 gracias a las vacunas pero las plaquetas bajaron de 200,000 a 37,000. Eso quiere decir que estoy al límite de que pueda sangrar. Me explicó el doctor que las plaquetas son las que coagulan la sangre en caso de una herida y mi nivel es preocupante. Menos de 20,000 es ya muy peligroso, pueden darse hemorragias espontáneas.

Así que la orden es “Te vas a tu cama y te pones a leer o a ver TV, y si puedes que te lleven los alimentos a la cama”. Mañana me sacaran un nuevo análisis para ver si han subido las plaquetas, sino me tendrán que hacer una transfusión. Me explicaba el doctor que, antes, para hacerte una transfusión de plaquetas necesitabas como 10 donantes, pero que ahora basta con uno porque hay un sistema para multiplicarlas. Me sonó a ciencia ficción.

El doctor estaba preocupado de que no me golpeara con nada, así que no me atreví a  decirle que había ido manejando mi carro y que tendría que manejar con mucho cuidado de regreso a m casa.

Mientras venía conduciendo pensaba en los peligros del tráfico, en la vulnerabilidad de mi salud en este momento, en la gravedad de los efectos secundarios, en la ecuación costo-beneficio.

Mi familia se ha movilizado inmediatamente y ahora estoy bajo un régimen de alimentación híper nutritivo: Hoy tomaré sopa de cuy y de segundo lentejas con hígado frito.  He desayunado avena con quinua, un huevo pasado y juguito de papaya (¡por fin!!!!) Tantos días de dieta blanda (¡odio la sopita de pollo!) me debe haber debilitado.

Pero aquí estoy concentrada en mejorar mi salud para poder continuar el tratamiento, que ya me anunció mi oncólogo será más suave la próxima vez.


Señor, gracias, por los leucocitos que se recuperan rápidamente, gracias por mi hemoglobina que se defiende a pesar de las bombas, gracias por mis plaquetas que están luchando duro para cuidarme, aunque sean poquitas. Gracias por la fe que me da esperanzas y gracias por la ciencia que me brinda opciones (discutibles), pero opciones para sanarme.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Día 14 de mi primera quimio- Tercera Batalla


Hoy tengo control con mi oncólogo. Espero resolver muchas inquietudes.

·        ¿Estos malestares han sido porque mi cuerpo estaba aun recuperándose de la radioterapia o son producto de la Gemcitabina y el Doxatel?

·         Los días 3 y 4 fueron los peores, porque al parecer se pasa el efecto de los medicamentos preventivos y se me desató la diarrea. Y tener diarrea con un intestino que parece estar paralizado es muy doloroso. La sospecha de infección se debía a que con las heces botaba mucosidad, pero también es señal de que ya no hay más que botar. Me dieron antibióticos pero no los tomé. Yo estaba segura que no se trataba de una infección y quería evitar el dolor de estomago que producen las pastillas.

·         Dos días después del refuerzo, y uno después de recibir la primera vacuna de Filgrastin, el día 9, mi cuerpo hizo fiebre de 38 grados y el estómago se soltó (se pulverizó). Aunque la fiebre es un efecto secundario de las vacunas, surgió nuevamente la sospecha de infección  y he tomado ciprofloxacino de 500 mg dos veces al día durante cinco días. Esta vez no me salvé. Pero mi estómago siguió suelto todo el tiempo.

·         Si vamos a medir mi calendario en 3 semanas por ciclo y dos de esas semanas voy a estar con diarrea y dolor de estómago, tengo que pensarlo nuevamente. A veces me pregunto si mi cuerpo aguantará tanto deterioro. Nadie se preocupa de mi corazón, no me han hecho un riesgo cardíaco para ver si voy a resistir. Nadie me ha preparado emocionalmente para esto.

·         Ha habido días durante los cuales he sentido que he perdido todo el agua de mi organismo, se me ha secado no solo la garganta sino el paladar, la lengua, la campanilla. Aun recibiendo el suero esa sensación es horrible. Me dijeron que era efecto de la buscapina (intravenosa). Yo prefiero el dolor  de barriga, definitivamente.

Vamos a ver qué me dice hoy el oncólogo. ¿Cómo podemos hacer para mejorar este tratamiento?


Gracias, Señor, por los días buenos, por la salud plena, por la buena hidratación y por la buena digestión, que es clave en nuestra vida. Gracias por los ángeles que me acompañan, me hacen la dieta, me compran los medicamentos, me engríen y sobre todo, me suben la moral. Bendícelos con tu gracia.

jueves, 14 de febrero de 2013

Yo amo la vida


Hoy es 14 de febrero, Día de San Valentín y he decidido celebrar que estoy enamorada de la vida.

Hoy termina el ciclo de mi primer curso de quimioterapia de esta tercera batalla contra algunas células de mi cuerpo que ni siquiera sé si existen. Todo sea por la prevención.

Bueno aquí estoy lista para sacarle jugo a san Valentín, con el cuerpo bombardeado de Gemcitabina y Doxatel que me aplican en una primera sesión y un refuerzo siete días después.

Ayer me vio mi oncólogo, vio mis análisis, sonrió y dijo: “Has resistido el tratamiento…”. Efectivamente resistí al tratamiento con 48 horas diarrea continua y unos horribles dolores de estómago, una sesión extra de hidratación y un estado de laxitud abrumador. Mi hemoglobina ha bajado de 13.5 a 12.5, lo cual indica que soy una chica fuerte, pero mis leucocitos, que como mínimo deberían estar en 4,500 están en 2,500. Ahí comprendí por qué realmente me sentía tan cansada, al punto de no poder hablar.

Con tan pocos leucocitos, que son los glóbulos blancos que nos defienden de cualquier enfermedad, no puedo comer en la calle y debo cuidarme de no contagiarme de nada. Yo me había olvidado de esta precaución –la verdad no pensé que me bajarían tanto- y anteayer almorcé en un restaurante. Comí pulpo al olivo – juro que solo un bocadito- y un pescado a la plancha con arroz blanco. Después de tantos días de sopita de pollo, me di el gusto y felizmente sobreviví. Pero el doctor ya me jaló las orejas. Prometo portarme bien.

Pero a partir de mañana y durante cinco días me van a aplicar unas vacunas de Filgrastin, un producto que hará que mi médula produzca más glóbulos blancos y pueda sobrellevar la nueva baja de leucocitos del refuerzo.

En estos días he conversado con varios pacientes que son muy positivos y alegres. Se me ha ocurrido que debería formar un club de pacientes oncológicos, pero de aquellos que están enamorados de la vida y quieren tener una buena conversa, explorar los límites de lo permitido por nuestras dietas y que sobre todo quieran pasar un rato entre pares, sin preocuparte que estás con peluca o sin peluca, que pareces un robocop con el catéter, las mangueritas que te dejan de un día para otro o unos dosificadores que he visto que algunos deben llevar por varios días. 

Estoy segura que hay muchas cosas de las que no podemos hablar con nuestras familias ni amigos, pero si entre “colegas”. Me entusiasma la idea.

Ayer mientras me colocaban el refuerzo realmente sentí miedo, me preocupó mi fortaleza física, si resistiría o no. A una señora joven que estaba al frente mío le empezó a faltar el aire, decía que sentía como si tuviera algo atracado en su garganta y se veía muy mal. Incluso llegué a pensar que una de mis opciones era decir NO. Pero cuando terminé la sesión me sentía bastante bien y conversando con uno de los pacientes positivos me regresó la confianza.

Así que aquí estoy lista para vivir un día a la vez. Aprovechemos que es San Valentín.


Gracias, Señor por los días de sol, con ideas refrescantes y nuevos retos. Gracias por el ejército de ángeles que tienes en la Tierra y que aparecen cuando más los necesitamos. Gracias por la vida y las oportunidades de reír, soñar y amar.

miércoles, 6 de febrero de 2013

¡Diablo en Botella!!


Así me siento, luego de que me observaran la carta de garantía por segunda vez. Ayer debí empezar mi quimio y no fue posible, esperé todo el día la llamada de confirmación, en vano.

Me intriga cuál es el procedimiento para aprobar una carta de garantía, pero definitivamente algo  funciona muy mal. Cuando se trata de un paciente oncológico la duda prima sobre la confianza. No interesa si el paciente se atrasa en su tratamiento, lo que interesa es “tener la total seguridad de que no les están pasando un gasto que ellos (el seguro) no deberían cubrir al 100%”.

Si mi póliza me da derecho a recibir una cobertura al 100% por tratamiento oncológico y estoy en tratamiento (cubierto por ellos) hace más de un año por qué piden tantos informes médicos actualizados.

Me pregunto si creen que un paciente le pasa los medicamentos a otro que no tiene seguro, no sería entonces mejor establecer un procedimiento para verificar que es a mí a quien le ponen los medicamentos y no a otro paciente. Con exigir copia del DNI y tomarle una foto al paciente o establecer un control de huella digital o del iris ya estaríamos todos tranquilos.

Alguien tiene que quejarse, alguien tiene que tomar conciencia que hay un gran problema de desconfianza hacia el paciente y sus médicos, y alguien tiene que pensar en una verdadera solución. En mi historia personal, cada vez que he tenido que pedir una carta de garantía por enfermedad oncológica, esta ha sido rechazada.

¿Será un rechazo por defecto?? ¿Es una estrategia para filtrar a aquellas personas que no les gusta insistir? ¿Tienen demasiados casos y muy pocos médicos auditores? ¿No han capacitado bien a los médicos o centros médicos para que envíen la información necesaria en cada caso??

¿Les importa que los pacientes aumenten su estrés cuando deberían sentirse protegidos y seguros con una póliza de seguros oncológica? ¡¡Helloooo!!!!! ¿Hay alguien al otro lado de la línea escuchando???

Como le dije a la ejecutiva del seguro ayer: “Si yo no tuviera seguro ya habría empezado mi tratamiento, pero como tengo seguro estoy arriesgando mi vida porque no empiezo en la fecha porque aun no aprueban la carta de garantía. Eso no tiene ninguna lógica”. Además no me dejan pagar directamente porque no puede haber crédito y reembolso al mismo tiempo. “Tendrán que hacer una excepción, cuando son ellos los que no hacen bien su trabajo y me demoran el inicio del tratamiento”.

Lo peor de todo es que el centro médico en el que me trato ahora pertenece a la empresa de seguros ¡¿y no saben cómo presentar adecuadamente una solicitud de carta de garantía?!!

¿Quién defiende a los pacientes oncológicos en este país? Alguien lo sabe. ¿Algún congresista???
¿Alguna ONG? ¿El Chapulín colorado?

¡Voten por mí!!


Señor, gracias por  los problemas que nos hacen pensar en las soluciones. Gracias por las personas que han luchado antes y han conseguido que se nos concedan algunos derechos. Dales fuerzas y buen ánimo a los doctores que tienen que presentar un informe tras otro por el mismo paciente a la misma empresa de seguros para la cual trabajan. Dame fuerzas para ocuparme de estos asuntos importantes y aportar con un granito de arena. Un solo granito de arena puede hacer la diferencia.

jueves, 31 de enero de 2013

Unos días libres


El viernes pasado terminé mi radio (25 sesiones) y el próximo martes empiezo mi quimio, la tercera quimio de mi vida (o por mi vida). Entonces disfruto unos días libres, para recuperar mi organismo, prepararme anímicamente y darle curso a ciertos pendientes.

El doctor debe haberse reunido en junta de médicos para decidir el mejor tratamiento para mí, yo le he dicho que lo dejo en sus manos y nos vemos el martes… Cuanto menos sepa, mejor.

Mi situación es bastante prometedora, sin embargo a mí me interesa conocer los riesgos. El radioterapista dice que no se puede dar radio a la misma zona dos veces (yo no sabía eso), es decir que si mis nódulos no hubieran desaparecido no me podrían volver a radiar.

Mi oncólogo, ha tenido que estudiar los químicos que me pusieron antes, los que me puso él hace un año, para optar por la combinación adecuada en este momento. Yo le pregunté por los tratamientos biológicos (esos que te hacen especialmente para tu tumor y no te trae efectos secundarios) pero dice que no se adecua al tipo de cáncer que yo tengo. Me explicó que se aplica para mama, para colon y algunos más pero no para mi caso. Tal vez más adelanto me dijo, no quise preguntar por qué.

A veces hay que dejar espacios para el misterio, para la confianza en el médico, para que Dios actúe con toda su bondad y sabiduría. No podemos controlarlo todo.

Yo vivo estos días como una cuenta regresiva, equilibrando lo que quiero hacer con lo que tengo que hacer. No sé cómo reaccionará mi cuerpo, esperemos que tolere bien el tratamiento.

Sé que tengo que tomar algunas precauciones importantes ahora que vivo sola, tal vez me mude unos días, tal vez no. Ya les contaré.


Gracias, Dios Mío, por las nuevas oportunidades que nos pones delante, gracias por la esperanza de recuperación, por la fuerza para luchar, por el apoyo de médicos, amigos, familiares. Gracias por todos los ángeles que me envías para sostenerme. Y muchas, muchas gracias por este regalo de la vida.

domingo, 20 de enero de 2013

¡Me faltan 5 sesiones!!!! A celebrar!!!


El viernes fui a mi control con el médico radioncólogo, el doctor M, y después de evaluarme me dijo que ya no me iban a dar 28 sesiones de radio, sino solo 25. ¡YEHHHHHH!!!! Es decir el próximo viernes termino.

Estaba tan emocionada por la noticia- que yo la tomé como buena- que no averigüé exactamente por qué. El doctor me dijo que no querían que se me formaran fibrosis ni nada por el estilo porque la zona ya había sido irradiada anteriormente. ¿Tendría algo que ver con la cistitis que me ha empezado hace una semana?, justo el día en que estoy casi-segura que me emitieron los rayos por encima de mi vientre y no por debajo… como es usualmente.

Lo cierto es que el doctor me recetó Frutaenzima para ayudar a la digestión y el Piridium tres veces al día para la cistitis, por cinco días más. Pero esa tarde el dolor de la vejiga fue atroz. No podía aguantar casi nada de pila y al orinar me venía un ardor horrible (como si me exprimieran limón en una herida). Gracias a Dios, el dolor ha ido cediendo y es más tolerable.

Para olvidarme de mis males fui ayer a una clase de danza árabe sanadora. Y puse en suave movimiento mis articulaciones irradiadas, mi pelvis adolorida. Mi cuerpo y yo disfrutamos la clase, que fue solo movimiento porque no pudo ser acompañada de música porque –para quienes me conocen-  hubo un repentino apagón en la zona esa mañana.

Estos días estoy de peatona. He dejado mi carro en el taller y creo que lo voy a vender. Manejar me estresa un montón, y como no estoy yendo a la playa, me puedo movilizar en micros o en taxis.

A pesar de  todos mis temores, porque la radiación que recibí hace 15 años me dejó un poco más que paralizada, me sorprendo de poder caminar o hacer ejercicio sin que me duela la cintura. El doctor se sorprendió cuando le dije que me iba a meter al gimnasio. “No haga nada que fuerce su organismo…” me sugirió. Pero yo bailo zumba y hago gimnasia, dos veces por semana, y en casa le doy a la bicicleta estacionaria, porque los pies amenazaban con provocarme calambres.

Tal vez ayude el hecho que he recibido Okiyomé (la luz divina de los mahikaris) de la mano de una amiga sanadora, he visitado a mi doctora bioenergética, tomo las hierbas chinas y cada dos días me coloco emplastos de arcilla bioactivada en la zona irradiada.

He descubierto que amo mi cuerpo gordito, irradiado, pinchado, marcado (llevo tres círculos con una cruz al centro, cual miras telescópica como guías para la radiación).Mi cuerpito de 50 años que va camino de los 51 ya ha recuperado el cabello, no ha tenido problemas con los dientes, soporta bien la diarrea y ahora está venciendo la cistitis. Amo mi cuerpo con sus arruguitas, sus rollitos de más, sus venitas como arañitas. Es un cuerpo que ha vivido y que ha luchado. Es un cuerpo que quiere seguir viviendo y al que pronto voy a premiar con unos días frente al mar y con ropita bonita para estrenar…

Gracias, Señor, por el apoyo de los sanadores amigos, gracias por esas palabras de aliento o por el comentario oportuno que nos llega de la voz de un ángel – uno de tus muchos ángeles-. Gracias por la ilusión, por los sueños, por la esperanza, por la fe y, sobre todo, gracias por el Amor, tú gran amor.