Eso fue hasta el viernes porque el sábado me empezó la “limpia digestiva”, es decir mi cuerpo decide botar todo lo que tiene dentro a partir del cuarto día de la quimio. Al principio no era diarrea, por la tarde ya lo fue, pero lo toleré bastante bien.
El sábado tenía el quinceañero de la
hija de una de mis mejores amigas, así que me preparé como es debido y fui. Me
arriesgué a permanecer tres horas fuera de casa. Disfruté el inicio de la
fiesta y sobreviví a mis problemas estomacales.
Pero el domingo el exceso me pasó la
cuenta. Me levanté tarde, con el cuerpo adolorido, tremendamente adolorido y
empecé el día urgida por las continuas idas al baño. De mi cama al
baño, del baño a mi cama, del sillón al baño, del baño a mi cama, de mi cama al
sillón, del sillón urgente al baño… y así sucesivamente.
Hoy desperté molida, con una
sensación de sequedad en la lengua, paladar, campanita, esófago… Así que decidí
ir al centro oncológico para que me pusieran una hidratación. Estuve dos horas
conectadas al cloruro de sodio con electrolitos hasta que volví a sentir que mi
cuerpo ya asimilaba el líquido elemento.
La lengua quedó blanca, a pesar de todo, pero me invadió una
sensación de bienestar muy agradable. Casi
al terminar la sesión me di cuenta que me había olvidado de tomar Frutiflex, ese
suero oral que te recetan cuando tienes diarrea. Las veces anteriores lo he
tomado pero ahora se me pasó por completo.
Por la tarde me pusieron la última de las cinco vacunas de
FIlgastrín, que son las que me provocan dolor de cuerpo. He seguido descansando, dormitando
frente al televisor y me perdía mi programa favorito, pero ahora ya estoy
mejor. Se me pasó el sueño y me he puesto a escribir.
Me acabo de comer un riquísimo y refrescante melocotón y ya
me apresuro para meterme nuevamente a mi camita.
Mañana será otro día, espero pasarla bien y cuidar bien mis
energías porque el miércoles me hacen el análisis de sangre y de acuerdo a los
resultados me ponen el refuerzo de la tercera sesión de mi tercera quimio.
¡Vamos
avanzando!!!!
Señor, Gracias por
este sabio organismo que responde a los medicamentos, que se repone ante cualquier
amenaza. Es una máquina milagrosa, que solo tú podías haber creado. Dame
fuerzas para seguir adelante y mantener la moral en alto.