martes, 26 de marzo de 2013

Deshidratada pero con la moral en alto

Les venía diciendo que esta tercera quimio me estaba tratando mucho mejor.

Eso fue hasta el viernes porque el sábado me empezó la “limpia digestiva”, es decir mi cuerpo decide botar todo lo que tiene dentro a partir del cuarto día de la quimio. Al principio no era diarrea, por la tarde ya lo fue, pero lo toleré bastante bien.

El sábado tenía el quinceañero de la hija de una de mis mejores amigas, así que me preparé como es debido y fui. Me arriesgué a permanecer tres horas fuera de casa. Disfruté el inicio de la fiesta y sobreviví a mis problemas estomacales.
Pero el domingo el exceso me pasó la cuenta. Me levanté tarde, con el cuerpo adolorido, tremendamente adolorido y empecé el día urgida por las continuas idas al baño. De mi cama al baño, del baño a mi cama, del sillón al baño, del baño a mi cama, de mi cama al sillón, del sillón urgente al baño… y así sucesivamente.

Hoy desperté molida, con una sensación de sequedad en la lengua, paladar, campanita, esófago… Así que decidí ir al centro oncológico para que me pusieran una hidratación. Estuve dos horas conectadas al cloruro de sodio con electrolitos hasta que volví a sentir que mi cuerpo ya asimilaba el líquido elemento.
La lengua quedó blanca, a pesar de todo, pero me invadió una sensación de bienestar muy agradable.  Casi al terminar la sesión me di cuenta que me había olvidado de tomar Frutiflex, ese suero oral que te recetan cuando tienes diarrea. Las veces anteriores lo he tomado pero ahora se me pasó por completo.

Por la tarde me pusieron la última de las cinco vacunas de FIlgastrín, que son las que me provocan dolor de cuerpo. He seguido descansando, dormitando frente al televisor y me perdía mi programa favorito, pero ahora ya estoy mejor. Se me pasó el sueño y me he puesto a escribir.
Me acabo de comer un riquísimo y refrescante melocotón y ya me apresuro para meterme nuevamente a mi camita.

Mañana será otro día, espero pasarla bien y cuidar bien mis energías porque el miércoles me hacen el análisis de sangre y de acuerdo a los resultados me ponen el refuerzo de la tercera sesión de mi tercera quimio.
¡Vamos avanzando!!!!

Señor, Gracias por este sabio organismo que responde a los medicamentos, que se repone ante cualquier amenaza. Es una máquina milagrosa, que solo tú podías haber creado. Dame fuerzas para seguir adelante y mantener la moral en alto.

jueves, 21 de marzo de 2013

El tercer round de mi tercera quimioterapia


Ayer me pusieron el tercer curso de esta tercera quimioterapia que recibo en mi vida.

El lunes fui a una cita con mi doctora bioenergética. Irma Luz, así se llama, me aplicó un filtro para la Gemcitabina. Me dijo que me disminuirían los efectos del químico.

No puedo explicar cómo es que actúa este filtro. Es una gota del químico que está entre dos vidrios que llevan un marco y parece una lupa. La doctora me colocó varios sobre ciertas chacras.

Yo no sentí nada durante el procedimiento, pero por la tarde me sentía tan cansada como si me hubieran aplicado la quimio, al día siguiente también estuve muy cansada. Ayer que me pusieron la quimio estuve agotadísima, pero hoy la he pasado súper bien. Por la mañana recibí la hidratación (dos horas de suero y algunos medicamentos como el protector gástrico), luego me aplicaron la vacuna Filgastrin y la estoy pasando fresh. No me duele nada. ¡Es increíble!!!

Desde el año 1996 acudo a la consulta con esta doctora. Gracias a su apoyo he podido sobrevivir tantos años de esta lucha contra el cáncer. Al año de conocerla, y cuatro de haber tenido cáncer de ovario,  me diagnosticaron el cáncer de endometrio y ella me ayudo a enfrentar la histerectomía y la radioterapia que vino después. Luego me apoyó muchísimo con la depresión que me acompañó largo tiempo. Ella está convencida que mi peculiar historia familiar tiene que ver con algo del pasado con una herencia que nos llega por el lado materno, especialmente de mi abuela materna. Me ha sugerido que lea sobre psicogenealogía, una ciencia que se desarrollo en Francia y que ahora se conoce como las constelaciones familiares.

También está convencida que hay varios seres de luz que me protegen porque aun no he cumplido la misión que me toca en esta vida. Así que no estaba equivocada cuando dije que sentía que había una red de sanación alrededor mío.

La doctora me ayuda a un nivel holístico, mi cuerpo, mi mente, mi espíritu. Cuando finalice mi tratamiento voy a verla de nuevo, pero estoy segura que durante todo este tiempo ella me va a estar monitoriando, enviándome energía positiva y orando por mí.


Gracias, Señor, por los ángeles que pones en mi camino. Unos son científicos tradicionales, otros son alternativos, otros ni saben que son mis ángeles, pero ahí están colaborando con mi sanación. Dales larga vida y muchas bendiciones.

viernes, 15 de marzo de 2013

Gorgojos Milagrosos


Hoy llamé por teléfono a mi AFP para solicitar una cita para hacer un trámite pendiente. Esperé durante más de 15 minutos hasta que me contestó un representante. Le expliqué mi situación.

-Mire estoy en descanso médico porque me están haciendo quimioterapia y no puedo ir y hacer ninguna cola. Quisiera que me den una cita…

El joven me explicó que  no daban citas para el tipo de trámite que yo deseaba realizar, pero me aconsejó que acudiera el siguiente mes, ya que en ese momento habría menos cola.

De pronto me hizo una pregunta:

-Usted ha pensado solicitar invalidez…?
-No, mi pronóstico es bueno-le respondí
-Ha escuchado usted de la gorgojoterapia-me sorprendió mi interlocutor. Claro que había escuchado hablar de los gorgojos que se tragan vivos y que te curan del cáncer. Varias personas me habían comentado de este tratamiento alternativo pero nadie me había dicho dónde podía encontrar los gorgojos…
-Si, claro- respondí secamente.
-Disculpe que me haya atrevido a preguntarle esto, pero si usted quisiira yo podría proporcionarle los gorgojos, sin ningún costo para usted.
-Ah, Ok- balbucee ante la sorpresa.
-Usted me llama y yo se los llevo totalmente gratis. Los gorgojos se reproducen solos, ya va usted a ver… Yo he visto curarse a muchas personas, entre ellas una niña de siete años que tenía leucemia y ahora ya tiene 15 años…
-Sí, he sabido que son muy buenos…
-Tome nota de mi celular… Mi nombre es José...
-Gracias, José, si después de mi próximo chequeo considero que los necesito lo voy a llamar.
-Bueno, señora, como le decía si usted viene el próximo mes a hacer su trámite todo va a ser más fácil, no se apresure.
-Muchas gracias, gusto de conocerlo.

Todavía estaba aturdida por la gran sincronización que me había llevado a llamar a la AFP y que, entre todos los representantes, me tocara justo aquel que cultiva los gorgojos y que tiene como misión compartirlos con las personas que lo necesitan. Pensaba que, sin duda, este señor era un ángel para mí. Cuando sonó el teléfono.

-Señora Miski- me dijo José- me había olvidado de decirle que si usted me llama a mi celular y yo no le contesto porque estoy trabajando y nopuedocontestarle, por favor, deje el recado “soy la señora Miski, lléveme los gorgojos a tal dirección y yo se los llevo”.
-Gracias, José. Así quedamos.

Colgué y supe que José era un nuevo ángel que Dios me está poniendo en el camino. Se lo comenté a mi papá, quien cada día se asombra más de las coincidencias que se me presentan.

-Son parte de una red de sanación- le expliqué a mi papá- Es parte de una red de ángeles que nos acompañan aquí en la Tierra- me dije para mí misma.


Señor, gracias por la sincronización milagrosa, que no es otra cosa que el resultado de las oraciones, novenas, pensamientos positivos para mi curación. Dame fuerzas para aprovechar estas oportunidades y compartir estos datos con mis compañeros de quimioterapia y cualquier otra persona que lo necesite. Larga vida a José y a sus gorgojos sanadores.

jueves, 14 de marzo de 2013

Murió un luchador


Ha ce una semana, cuando me enteré de la muerte de Hugo Chávez, el presidente venezolano, sentí mucha pena. Nunca fui su simpatizante en política, pero en los últimos meses estuve preocupada por su estado de salud. Algo de empatía se desarrollo entre nosotros.

Cuando yo estaba en mi cama tratando de ahorrar fuerzas para sentarme en la computadora y enviar un e-mail de trabajo, imaginaba lo que sería para él dar órdenes para el gobierno de un país desde una cama y un catéter respiratorio que le impedía hablar.

Pensaba en lo que él podía sentir en lo que él querría decir, realmente.

La vida da muchas vueltas, la mayor de ellas es pasar de la fortaleza física, de ser un invencible a convertirte en un paciente que va viendo mermar sus fuerzas, por una operación, primero, por un tratamiento agresivo, después, por un pronóstico negativo luego y empezar nuevamente el ciclo.

No hay hombre de acero que no se ablande con los golpes de la vida. La palabra paciente está muy bien puesta. Seguro que los sabios griegos  la crearon, porque al enfrentar una enfermedad debemos desarrollar una cualidad: la paciencia. Paciencia para sanar o para vivir con la enfermedad hasta el fin de nuestros días.

Pensaba si Hugo Chávez pensó en política al final de su vida o si pensó en su vida personal, en su familia. No hay forma de saberlo, solo de intuirlo. Yo creo que debe de haber sufrido mucho si fue consciente de que iba perdiendo la batalla, si se vio disminuido como líder. No debe haber sido fácil.

Lo real es que ya está descansando, ya no sentirá más debilidad, no más dolor, no más conflictos internos. Llevó una vida plena a su manera y vivirá en el recuerdo de muchísima gente.


Señor, enséñanos a aceptar con humildes las limitaciones de esta enfermedad o las que nos acarrean los efectos del tratamiento. Danos fortaleza física y moral para no desfallecer y luchar con esperanza y fe. Da sabiduría y mucho amor a nuestros familiares y amigos que nos ayudan en este proceso. Cólmalos de bendiciones. 

Vuelve la calma


Rompo el silencio de dos semanas para decirles que todo va bien. Mi laptop enloqueció y no captaba internet.

He superado la segunda sesión de quimio con todo y su refuerzo. Esta vez me pusieron una dosis menor y como los riesgos estaban ya calculados, mi organismo no ha sufrido tanto como la primera. 
Después de mucho argumentar mi doctor logró que el seguro me aceptara las vacunas de Filgastrim y entonces mis leucocitos subieron y resistieron el batacazo de la Gemcitabina y el Doxatel.

Yo, por mi parte, me he dedicado a descansar y alimentarme bien. Esa es mi tarea.

Esta semana empezó con una sensación saludable. El lunes me sentí más fuerte, ya desintoxicada, aunque persistía la urgencia de ir al baño. El martes me saqué la muestra de sangre por la mañana y por la tarde me fui al cine- ¡por fin!!!-  Ayer miércoles fui al doctor, me confirmó que mi cuerpo ha respondido bien y que el próximo miércoles empezamos la tercera sesión de quimio con el mismo esquema. Ya estoy en la mitad del tratamiento ¡No lo puedo creer!!

La primera semana de abril me sacarán una nueva resonancia magnética de abdomen y pelvis para chequear cómo va todo.  La última fue en noviembre y mostraba los dos nódulos que originaron la radioterapia y este tratamiento complementario de quimioterapia. Empiezan las angustias…

Me quedan seis días con fuerzas antes de tercera quimio. Debo aprovecharlos al máximo. Quisiera bailar, quisiera pasear, ordenar mi clóset, encargarme una nueva peluca, recoger la que dejé en la peluquería. Debo ir al banco, hacer un trámite en la AFP, llevar mi auto al mecánico... Ya me toca la revisión técnica… Quisiera escribir, olvidarme de todo y escribir mucho, mucho, mucho. Pero el día tiene solo 24 horas, y entre el sueño nocturno, y la siesta me quedan unas 14 disponibles. De estas, paso unas 3 horas preparando mis alimentos y comiendo, restemos una hora de ducha por la mañana y varias incursiones al baño queme deben tomar como una hora más en total. Me quedan 9 horas. Si por cada hora productiva necesito dos horas de descanso, realmente mi día tiene unas 3 horas en las que puedo resolver cosas. El resto del tiempo se lo dedico al ocio reparador o descanso.


Gracias, Dios Mío, por gozar del privilegio del descanso médico. Puedo dedicarme a sanarme sin preocupaciones, sabiendo que a fin de mes cuento con mi sueldo. Gracias a todos los que lucharon por obtener ese derecho y a todos los que me apoyan para hacerlo realidad.