sábado, 12 de julio de 2014

Qué bonita familia

La sangre nos une y también las características de nuestro ADN. Me refiero a mi familia. Para más datos, mi familia materna.

De cuatro primas hermanas (mi mamá incluida), provenimos 14 primos: 11 mujeres y 3 hombres que estamos entre los 56 y los 45 años.

De mi generación, 4 primas (una de mis hermanas y yo incluidas) tuvimos un episodio de cáncer entre los 30 y 35 años. Una falleció antes de cumplir 40. Las otras tres seguimos en la lucha. Otra de mis hermanas se sumó al grupo afectado antes de los 45.  Mis hermanas y yo hemos tenido cáncer de ovario y de endometrio. Solo una tuvo mama. Mis dos primas (también hermanas entre sí) tuvieron mama.

Hace varios años una de mis tías nos avisó que tenía una mutación genética conocida como Síndrome de Lynch. Supe que uno de sus hijos se había hecho la prueba y le había salido negativa. Luego no supe más. Mis médicos pensaban que no era mi caso y por eso no insistí en averiguar más.

Pero el tema se puso en el tapete cuando a mi tercera hermana le recomiendan hacerse un estudio genético, yo me lo hago para que pueda confrontar los resultados y descubro que tengo el gen del Síndrome de Lynch y ella no (gracias a Dios). Hacerme la prueba me valió que me detectaran a tiempo un tumor alojado en el colon que no era colon sino endometrio. Me operaron hace tres meses y ya voy recibiendo 4 de las 6 quimios que me han programado.

Hace unos días me enteré que la menor de mis primas, que no pasa de 45 años se hizo una colostomía de rutina y le detectaron un tumor en el colon, sé que se ha operado en los Estados Unidos y que a raíz del incidente se hizo la prueba genética y dio positivo al Síndrome de Lynch.

También me enteré que uno de mis primos también dio positivo, lo que nos da un total de 3 primos con Síndrome de Lynch comprobado, 4 que casi con seguridad podrían tenerlo pero no se han hecho la prueba y 2 que gracias a Dios no lo tienen. Quedan 5 que no han enfermado y tampoco se han hecho la prueba (que yo sepa), pienso que sus probabilidades son bastantes bajas.

Las estadísticas señalan un 50% de posibilidades que el gen se transmita de padres a hijos. De 14 son 7 los que podríamos tenerlo y 7 los que parece que no lo tienen. Pero no somos estadísticas, cada caso es único. Yo creo que es importante saber para prevenir y actuar a tiempo si fuera necesario.

Como decía al inicio nos une la sangre, nos unen muchas costumbres familiares y nos une el ADN que nos obliga a unir nuestras fuerzas y luchar contra nuestros propios genes.


Esta es la herencia que nos tocó, de la cual nuestras madres no tienen la más mínima culpa. Siento que ellas estarían muy satisfechas si todos los primos nos hiciéramos la prueba. ¡Valor!!!