sábado, 8 de febrero de 2014

La vida continúa…

El viernes fui a la consulta con mi oncólogo, yo le había pasado por e-mail el informe de la doctora genetista argentina para que tuviera tiempo de prepararse y absolver todas mis dudas.

No sé qué esperaba del doctor. Tal vez había imaginado que me consolaría ahora que teníamos la certeza que tengo el gen que ha provocado el cáncer a mi familia por  tres generaciones; pero todo sucedió de forma impredecible.

Antes de llegar a mi oncólogo pasé por el médico asistente, quien escuchó el relato de todos mis achaques. Diagnóstico: Neuropatía en manos y pies. Neuropatía en los dientes, neuropatía en el esfínter de la vejiga. Receta: un antidepresivo que ha dado bueno resultado en neuropatías... ¡Socorro!!! No tomaré un antidepresivo de ninguna manera.

Por fin estábamos en el consultorio de mi oncólogo y ¿qué creen? Me recibió con una gran sonrisa y un entusiasmo inusitado. Cuéntame cómo es que te has hecho el estudio genético en Argentina, ¿toda tu familia vive ahí…? Le expliqué que mi hermana menor vive allá y que como le contó la historia familiar a su médico la envió a la genetista y la genetista indagó por los antecedentes familiares y así se había armado el expediente. Lo más interesante era que en Georgetown University (Washington- EEUU) habían estudiado el caso de una de mis tías y habían determinado que  su perfil genético era compatible con el Síndrome de Lynch y ahora yo también había dado positivo a la misma mutación.

-¿Qué exámenes le estamos solicitando?- preguntó mi oncólogo.
-Una tomografía- contestó el asistente
-Hasta ahora no te hemos vigilado el colón, ahora te vamos a pedir una colonoscopía y una endoscopia elevada- agregó con mucha naturalidad-. Te las van a hacer con anestesia, tienes mucha suerte.

Y mientras yo sentía que nada en mi vida había cambiado, salvo que ahora me harían dos exámenes más mi oncólogo agregó que mi caso sería motivo de estudio y discusión médica en la clínica porque estaba muy bien documentado… Entonces, comprendí la razón de su alegría.

Han pasado 24 horas y me siento muy aliviada. Aquí en Lima, la clínica también tiene una genetista que revisará mi caso y dará las indicaciones necesarias para mis próximos controles Además, una doctora de gastro se unirá al equipo de médicos que me atienden (ginecógo y oncólogo )  para vigilar mi cólon y mi estómago como prevención.

Algunos creen que al saber que tengo una mutación genética que me predispone a varios tipos de cáncer me puedo sugestionar y enfermarme de puro susto.  Yo no creo que sea así. Yo me siento más protegida que nunca. Pienso que mis hermanas y mis demás familiares que han tenido cáncer deberían hacerse la prueba para que sus doctores puedan ayudarlas más cabalmente.



Gracias, Señor, por los genes buenos que heredé, gracias por los avances de la ciencia que podrán neutralizar a mis genes fallados. Señor, bendice a todos los médicos que luchan por ganarle la batalla al cáncer, ilumínalos para que tomen las decisiones correctas.Gracias, mil gracias por los milagros que haces por mí.

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