jueves, 21 de agosto de 2014

Mi barco sigue a flote

Alguien me dijo “a las personas que están en tu condición les va apareciendo una cosa luego otra, deberías pensar en disfrutar el tiempo que te queda sin tantas presiones”.

Este barco está haciendo agua, pensé empáticamente, pero un segundo después ya estaba lamentando lo mal informado que estaba mi interlocutor.

Es cierto que en los últimos años he tenido que enfrentarme a dos nódulos cerca al hígado (2012), a otros dos nódulos en la zona pélvica (2013) y a un tumor en el colon, el cual fue extraído con cirugía y a otros dos nódulos que volvieron a salir cerca al hígado (ahora en el 2014). Es decir me he enfrentado a siete nódulos en tres años.

Para mí no es una hazaña, es simplemente lo que me tocó enfrentar, pero las personas cercanas a mí a veces lo ven de otra manera.

Si a esto le agregamos que ha surgido un nuevo nódulo resistente a la quimio que me venían aplicando, entonces la cosa cambia, no culpo a quienes crean que mi situación está complicada.

Pero yo no lo siento así, será que mi lucha viene de hace 21 años y que he estado sana durante 14 años, cuando las estadísticas señalaban que viviría a lo más cinco años más. Para mí este medio vaso está lleno, no está vacío. Está lleno de esperanza, está lleno de energía positiva, está lleno de vitalidad.

Podemos pensar que Dios nos pone pruebas y que el cáncer es una de ellas o podemos pensar que Dios se cansó de mandarme indirectas y ha decidido obligarme a cambiar el rumbo de mi barco para  que encuentre mi misión en la vida y me dedique a lo que realmente me hará feliz.

En el próximo post les contaré por qué digo esto.



Gracias, Señor, por las personas que piensan diferente y tienen el valor de hablarte con sinceridad y cariño. Al principio el golpe duele, pero luego una reacciona y saca fuerza de donde parece no quedar ninguna. Bendiciones para ellas!.

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