domingo, 7 de abril de 2013

Mañana es el día…

Se preguntarán por qué no he escrito… He estado aturdida tratando de no pensar en los resultados que me entregarán mañana en mi control con el oncólogo. En momentos así los nervios te traicionan. Al menos a mi me da un hambre que podría comerme un caballo. He comido tanto que he estado al borde de la indigestión varias veces.

Tengo fe en que mañana todo saldrá bien y comprobaremos que la radioterapia dio resultado y ya no hay huella de los nódulos. Pero al mismo tiempo me da pánico de que me encuentren algo más. Yo no soy consciente del pánico pero sí reconozco sus señales.

No puedo poner en orden mis ideas, así que trato de distraerme con algo de jardinería, con mucha televisión y lectura de libros infantiles. No tolero historias tristes ni estresantes.

Mañana les contaré como fue y seguramente reconoceré que es un momento de debilidad y que no debo flaquear en mi fe. Pero yo me perdono, tengo derecho a este desliz… no soy un robot. Tengo temores, miedos, angustias pero por suerte también tengo amigos y amigas, familiares y muchos ángeles alrededor mío.

 Señor, dame valor, coraje y fortaleza para acudir a mi cita y no morir en el intento.

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