Luego de ocho meses de estar entregada a sanarme, he vuelto
al ruedo.
Como trabajo en una universidad dictando clases, empecé a ir una
semana antes del inicio del semestre, para acostumbrarme.
Al principio todo parecía ir bien, hasta que me di cuenta
que no me podría ir temprano a casa, porque habían muchas cosas acumuladas en
mis meses de ausencia. Quise quedarme hasta tarde para no ir todos los días,
pero el problema que encontré es que no hay comida saludable para tomar un
loche vegetariano. Todos los sándwiches tienen jamón, o queso o harta mayonesa.
De todas maneras me he quedado hasta tarde pero ahora llevo
mi lonchera para la media mañana, el almuerzo y el lonche. Realmente es todo un
esfuerzo prepararla y cargarla. Como llevo envases de vidrio en vez de
plástico, ya el hombro se me descuelga.
Pero aquí estoy tratando de bajar el ritmo y controlar a
quienes me presionan a hacer más de lo que debería. Una cosa es dar una mano,
colaborar, otra es tomar toda la responsabilidad… pero a veces es necesario. Me
doy cuenta que necesito trabajar mucho el autocontrol para no caer en el stress
de siempre, perdón, de antes..
Cuando dicto clases estoy con mi peluca, pero en la
tranquilidad de mi oficina me la quito y me pongo un pañuelo. A estas alturas
ya no me importa si la gente habla de mí. En todo caso hablarán de “lo que
pasó” o de “lo que ya superé”. Ahora que sé que he pasado mi control estoy más
fuerte, así me digan que alguien dijo “que estaba cagada” ya no me afecta, me
da risa.
El viernes me quedé en casa, a pesar que me parecía que debía ir
a trabajar. Opté por monitorear desde lejos, logré descansar. El cuerpo me lo
pedía. He comido sano y rico.
El lunes que se vislumbraba lejano ya llega. Me dispongo a reunir la energía que necesito para dictar clase y no morir en el intento…
Señor, te doy gracias
por la energía renovable de este cuerpo autosustentable. Con la ayuda de mis
médicos y el empeño que le ponemos todos en mi familia para comer bien, dentro
de mi dieta vegetariana y , además, baja de grasas, estoy saliendo adelante. Sé
que tú estás detrás de mi fuerza de voluntad porque sola yo no podría.
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