martes, 26 de febrero de 2013

Médula milagrosa

Acabo de regresar de mi control con el oncólogo. Superé todas las expectativas. De 56,000 mis plaquetas subieron a 370,000 en solo 4 días.

El doctor dice que el descanso me ha ayudado bastante, pero no hay que quitarle méritos a la sopa de cuy (con su quinua y sus garbanzos), al hígado frito, al vaso, a las lentejitas, el batido de plátano con miel de abeja, algarrobina y huevo, la quinua-avena para el desayuno y la noche… en fin.

Agradezco a todos los que han rezado por mía a los que han hecho la novena del Divino Niño o cualquier otra, a quienes me han alentado de una y otra forma para que resista y me recupere.
Hoy estoy feliz por esta buena noticia y porque ya puedo mirarme en el espejo sin asustarme. En cuestión de tres días se me cayó el 95% de mi cabello.

Primero parecía Gollum (el duende de El señor de los anillos, inmediatamente me puse un gorro a pesar del calor veraniego. Esta mañana parecía cocoliso porque todavía me quedaban unos cuantos rulos en el cerquillo, pero entre el análisis y la hora de mi cita con el oncólogo pasé por la peluquería.
 
Ahora estoy feliz, sin cabello pero con mi nueva peluca. He tenido que improvisar, pero ha quedado bastante bien. En estos días debo preocuparme por sacar mi colección de aretes y pañuelos para sentirme más femenina, más yo misma.

 Señor, gracias, muchas gracias por este milagro de vida, gracias por mi médula que responde a las dietas nutritivas y se repone con el descanso. Bendice a todos los ángeles que me cuidan y me hacen sentir tan querida. No los menciono pero tú sabes de quienes te hablo.

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