sábado, 28 de enero de 2012

La pesadilla continúa


Anoche estaba durmiendo y de pronto en la oscuridad una cara oscura, angulosa como un pentágono alargado y plana como un cometa de papel venía hacia mí a toda velocidad desde el infinito y cuando estaba a un metro de distancia, arremetí contra ella a gritos y almohadonazos. Estaba segura que se trataba de una presencia, tal vez el espíritu de la muerte. Estaba segura que había gritado. Estaba aún aturdida, cuando escuché en mi puerta“¿Qué pasa?”, “¿Has visto una cucaracha?”. “Fue un mal sueño contesté”, aun temblando completamente, “vete a dormir”.

Me quedé como media hora con los ojos abiertos en la oscuridad preguntándome si había sido una pesadilla o no. Fue tan real, pero como si lo hubiera vivido en una dimensión paralela. Más parecía una alucinación. Serán mis miedos pensé, ya los vencí. Será la tensión en que me tiene la EPS Pacífico que aun no me contesta si atenderán mi caso o lo rechazarán, lo que significa que tendré que ir a pelear con Oncosalud o al seguro social.

La mañana me pescó muy soñolienta, no había descansado bien, de todas maneras me desperté para chequear mi correo y esperar la respuesta. Nada. Al medio día llamé por teléfono a la coordinadora de casos complejos, quien me había ofrecido  darme la respuesta. “Su caso ha sido revisado nuevamente”, me explicó, “por un consejo de cuatro oncólogos y han considerado que se trata de un preexistencia porque en la patología dice compatible con cáncer primario de ovario”.

Gran novedad, pensé para mis adentros, si eso ya lo sabemos, no hay forma de probar desde la patología que se trata de un síndrome like-ovarian. La opinión médica de mi oncólogo y toda su sapiencia no ha servido de nada frente a estos muros de piedra que no quieren aceptar que he estado sana durante 14 años y que esto es una nueva neoplasia.

Estoy furiosa. He pedido una respuesta por escrito. Aun no llega.

Señor dame paciencia y fortaleza. Sé que me colmas de bendiciones, porque tengo dos seguros particulares y, además la seguridad social. Otras personas no pueden curarse porque no tienen dinero para pagar su tratamiento. Como dicen esta es una pelea de blancos… pero tengo derecho a pelear porque se reconozca mi caso como lo que es y que estos médicos auditores no me bajen la moral. No lo voy a permitir.

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