El lunes no llegué a ir al seguro a sustentar mi caso. Mi médico
me informó que no le habían confirmado la hora exacta de la reunión, así que me
quedé con los crespos hechos… es decir con mi carta de descargo, con el informe
de mi médico cirujano y la copia de todos los chequeos preventivos anuales que
me habían encontrado sana durante los últimos años.
A la mañana siguiente, recibí una llamada de la propia gerente
de salud del seguro, quien me decía que habían evaluado mi caso y los médicos
habían cambiado de opinión, es decir aceptaban mi cobertura. La gerente sabía que
yo iría a presentar mi carta y me llamaba para recibirme ella personalmente y
conversar conmigo.
La situación fue al revés de lo esperado, la que presentaba
los descargos era ella, diciendo que como se trataba de un caso raro habían
surgido contradicciones, pero que de ahora en adelante contaba la cobertura total
-¡YEH!!!- y que como yo había costeado mis dos primeros tratamientos, que
presentara los documentos y me iban a reembolsar lo gastado.
Salí, saltando en un pie. La verdad me sentía algo aturdida,
parecía un sueño… Pensé en lo privilegiada que era de contar con un médico guerrero
como yo y, además, respetado e influyente.
Mi dignidad ha sido restablecida. La autoestima de
sobreviviente oncológica se ha fortalecido. Me siento tan afortunada que me dan
ganas de llorar por aquellos que no están en mi situación privilegiada.
Pero se ha hecho justicia. Esta gran empresa aseguradora ha
tenido que “entender” que yo he estado bien, sin mayor riesgo de morir de
cáncer que de un accidente de tránsito, aunque para el sistema yo era una “excluida”.
Ahora, con este precedente
habrá que seguir luchando por nuestros derechos en relación a los seguros de
salud y de desgravamen, por ejemplo.
Señor, gracias por
todos los que han rezado por mí. Sé que hay algunos que se sintieron
defraudados de que Dios no les hiciera el milagro para que mis resultados
patológicos no dieran con la palabra cáncer, pero esta pequeña victoria es una
gran victoria. A veces los seguros resultan más resistentes que el propio
cáncer. Ilumina a los que trabajan ahí, tócales el corazón para que sean más
justos y más pacientes se puedan beneficiar sin tanto desgaste emocional.
Que excelente noticia.
ResponderEliminarMerecida, justa... pero, como dices, una gracia de Dios... como para pedirla para tantos otros que también tienen que estar en nuestras oraciones.
Más fuerzas y ánimos.....
:D
¡Qué emocionante y bella noticia! ¡Mil felicitaciones para ti! Has iniciado esta lucha con el pie derecho y eso es un buen síntoma.
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